¿Por qué detestan a Sebastián Eyzaguirre? - 2 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 726586177

¿Por qué detestan a Sebastián Eyzaguirre?

"Es un profesional que sin ningún mérito llega a puestos que no merece, solo por tener los contactos necesarios. El caso más claro es que esté conduciendo CQC ahora, porque su productora es la encargada de realizarlo. En la práctica no aporta nada. Solo culto al ego propio. Y lo peor es que su narcicismo parece no madurar, solo hincharse. Es imposible que caiga bien". Julio Osses, periodista.

O juicios como este:

"Es alguien que no se ha puesto a tono con los tiempos y no entiende la responsabilidad que tiene como comunicador. Creo que es un personaje que en el Chile de hoy hace más mal que bien. No tiene perspectiva para entender que quizá no tenga la razón, o que tal vez tenga que aprender. Pero como está acostumbrado a hacer lo que se le para la raja, no tiene esa visión". Jani Dueñas, actriz y comediante.

O incluso, sentencias como esta:

"Es la convergencia de la prepotencia, de la altanería y de la soberbia presentes en cierto segmento social. Es el conservadurismo más obsceno disfrazado de irreverencia. Ultra noventero. No puedes pensar que realmente ese discurso sea disruptor o de vanguardia, porque en la base de eso está un orden añejo. Siempre que pelea, acude a la huevá social, siempre termina roteando. Un cuico inteligente jamás haría eso. Es muy colonial: el niñito malcriado de la colonia, pero vestido de skater". Óscar Contardo, periodista y escritor.

Sebastián Eyzaguirre está manso, hablando en voz baja, a las 22:37 horas de un lunes. En tres minutos arranca su programa y está aquí, afuera del estudio, observando lo que ocurre en el set, viendo cómo Rafael Cavada y Pablo Zúñiga, sus compañeros en la animación esta noche, transitan bajo luces estroboscópicas, animando al público y tocando heavy metal con guitarras imaginarias.

En su estómago hay carpaccio de res, tártaro, energética y algunos vasos de whisky que compartió con el resto de su equipo en el backstage. Acomodándose los flecos de su pelo largo, explica que la sensación que está a punto de vivir es lo que siente un futbolista al entrar a un estadio lleno, o un artista al subir a un escenario.

En junio del año pasado, su productora, Scylla, se hizo de la marca CQC para revivir un programa obsoleto en los países donde alguna vez se produjo: nueve en total. Sebastián Eyzaguirre, en cambio, cree que el programa merece estar al aire. Que está hecho a su medida. A sus ex compañeros no les extraña: desde que llegó a CQC en su tercera temporada, Eyzaguirre siempre quiso el protagonismo que hoy tiene. Nicolás Larraín, primer conductor de CQC en Chile, lo recuerda:

-Sebastián decía que él era el único que encarnaba el espíritu de CQC. Eso me provocaba bochorno. Era un programa de televisión. No eran los Rolling Stones, ni una secta de algún tipo.

-Es adictivo -dice Eyzaguirre, ordenando sus flecos, entrando al estudio, con La Renga de fondo, siempre a paso firme: no le importa lo que se dice de él, que no es poco: que es nefasto, que no debería estar en pantalla, que no tiene talento, que es un zorrón, la peor cara de Chile. En el programa, el séptimo de la temporada, su nota será en el mercado de La Boquería, en Barcelona. Ahí se encontrará con un vendedor boliviano.

-¿Cómo te viniste? -le preguntará Eyzaguirre-. ¿En barco?

Hacerse Cuchillo

-!Estoy fuera de timming¡

Sebastián Eyzaguirre está hablando de tenis.

-!Estoy fuera de timming totalmente¡

De tenis.

-!Y con los tres whiscachos de anoche encima¡

Su cuello está rojo y respira con dificultad. Lleva 30 minutos de entrenamiento, en una cancha de tenis del Club de Polo y Equitación San Cristóbal, en Vitacura. Este lugar es su casa, dice. Cuatro años después de abandonar la casa de sus padres en La Dehesa, aburrido de las diferencias con su padre, dueño de una agencia de turismo, se hizo socio del club. Desde entonces tuvo que hacerse cargo de su economía. Aunque partió antes, dice, dedicándose ocasionalmente al contrabando de alcohol junto a un grupo de compañeros. Pero eso fue antes, cuando era apodado el "Chico" Eyzaguirre en los pasillos del Verbo Divino, cuando hizo su primera comunión, cuando se confirmó y cuando era convocado permanente al equipo de fútbol del colegio: él mismo formaba parte de la organización de las nóminas.

Su profesor Roberto Pesqueira...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR