OEA aboga por despenalizar el consumo de la marihuana para replantear política antidrogas
La OEA se unió a las voces que piden evaluar la despenalización del consumo de la marihuana como parte de una estrategia antidrogas de base amplia, en un completo informe en el que hace una radiografía de la situación de las drogas ilícitas en América.
Elaborado por el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, el informe "El Problema de las Drogas en las Américas" señala que el consumo de estupefacientes requiere un enfoque de salud pública, un "cambio fundamental" que considere al consumidor como una víctima y no como un delincuente o cómplice del narcotráfico.
"Si no es posible pasar de la noche a la mañana a un cambio radical en el tratamiento de los adictos, al menos debería comenzarse con métodos transicionales, como las cortes de drogas, la reducción sustantiva de penas y la rehabilitación", agrega el reporte, que destaca la implementación de Tribunales de Tratamiento de Drogas en nueve países, entre ellos Chile, Canadá, Costa Rica y Estados Unidos. El informe sostiene que las "medidas restrictivas de libertad son antagónicas de este enfoque" y solo deberían aplicarse cuando la vida del adicto esté en riesgo o cuando "su conducta constituya un riesgo para la sociedad".
Efectos del consumo
En América está el 45% de los consumidores de cocaína del mundo, cerca de la mitad de los de heroína y una cuarta parte del total de los de marihuana, mientras se ha detectado un incremento del consumo de drogas sintéticas.
Según la OEA, los efectos del consumo de sustancias son mayores en los países de Norteamérica, donde el uso de drogas es más alto, aunque también va en aumento en el resto de países.
En cambio, los efectos económicos, sociales, de seguridad y en la gobernabilidad democrática que genera el problema de las drogas es mayor en el resto del continente, donde se cultivan, producen y trasladan los narcóticos. En todo el continente, quienes consumen y trafican provienen mayoritariamente de sectores vulnerables.
El informe destaca que en los últimos años la estrategia antidrogas ha mostrado progresos: existe una mejor comprensión de la dependencia de las drogas, que se enfrenta como un problema de salud pública; se ha reducido el consumo de cocaína en mercados "históricamente significativos"; se han desmantelado organizaciones de narcotráfico; la inteligencia financiera está combatiendo el lavado de activos y hay mejores mecanismos de cooperación internacional.
El organismo señala que la falta de un Estado de Derecho o la...
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