Desigualdad, clase media y territorio en Chile: ¿clase media global o multiples mesocracias según territorios? - Vol. 40 Núm. 121, Septiembre 2014 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 636388405

Desigualdad, clase media y territorio en Chile: ¿clase media global o multiples mesocracias según territorios?

AutorMac-Clure, Oscar

RESUMEN | Se estudian las desigualdades entre territorios subnacionales según clases sociales en Chile, discutiendo si existe un único proceso de mesocratización. Para esto se analiza el proceso de urbanización, distinguiendo territorios de acuerdo con sus mercados de trabajo, donde diferentes clases medias habitan y desarrollan su actividad laboral. Se revisan definiciones de la clase media desde el punto de vista de los ingresos y de las ocupaciones, aplicándolas a esos territorios, argumentando que la clase media tiene características particulares según el territorio de que se trate.

PALABRAS CLAVE | centros urbanos, ciudades intermedias, desigualdad social, clase media.

ABSTRACT | This article analyzes the inequalities between social classes based on subnational territories in Chile, contributing to the discussion on whether or not there is a single, discernable process of mesocratization. The urbanization process is analyzed, distinguishing between different territories according to their job markets, in which different middle classes live and develop their job-related activities. Definitions of the middle class are reviewed from the point of view of income and occupation, and consequently applied to the established territories, arguing that the middle class has particular characteristics according to each of the territories considered.

KEY WORDS | urban centers, intermediate cities, social inequality, middle class.

Introducción

El veloz crecimiento que están experimentando las clases medias en los países emergentes o en desarrollo desde hace cuatro décadas ha generado intensa atención en los años recientes (Birdsall, Graham & Pettinato, 2000; Ravallion, 2009; Pewglobal, 2009; Birdsall, 2010; Kharas, 2011; Organisation for Economic Co-operation and Development [OECD], 2011a; Dobbs et ah, 2012; Ferreira et ah, 2012). Más aún, diversos analistas consideran que estas clases medias de dichos países continuarán expandiéndose en el planeta durante las próximas décadas (Birdsall, 2010; Kharas, 2011). El crecimiento económico y las políticas sociales focalizadas habrían sido clave para la reducción de la pobreza a nivel global, un proceso cuya otra cara ha sido la emergencia de la clase media global (Ravallion, 2009; Birdsall, 2010, Ferreira et al., 2012; Torche & López-Calva, 2012). La expansión de este grupo cambiaría la capacidad de consumo de los países en desarrollo y, para algunos, se trataría de "una de las características más importantes del paisaje económico global de la actualidad" (Kharas, 2011, p. 2).

En ese contexto global, desde finales del 70 Chile ha pasado por diversas transiciones que han significado un importante crecimiento y una mutación de su clase media, transformando a este sector más bien homogéneo durante las décadas previas, en una constelación de grupos muy distintos desde el punto de vista de las variables que los definen y de sus identidades (León & Martínez, 2001; Franco, Hopenhayn & León, 2011; Barozet & Fierro, 2011; Mac-Clure, 2012a). Tanto en economía como en sociología la búsqueda de definiciones que permitan acotar qué es la clase media ha llevado a elaborar un corpus de conocimientos importante, pero no exento de polémicas (2). Como nuestra meta en este artículo no consiste en repasar la totalidad de esta literatura, propondremos como punto de partida una aproximación sintética desde la sociología: la clase media constituye un "blanco móvil" (Chauvel, 2000), pues la identificación estricta de sus integrantes depende de las variables usadas para su medición (3). Se puede señalar que las clases medias corresponden a agregados amplios, grupos heterogéneos que se encuentran entre los sectores más pobres y los más ricos. Desde el punto de vista laboral, sus integrantes suelen estar adscritos, por un lado, a ocupaciones asalariadas no manuales de rutina; y por otro, a profesiones liberales e independientes, o actividades que ejercen con pocos empleados a su cargo. Sus ingresos suelen definirse por un rango estándar alrededor de la mediana del ingreso del país, punto sobre el que volveremos más adelante.

Dentro de las múltiples variables que se puede elegir para definir o estudiar la clase media, una de las dimensiones relevantes de este grupo dice relación con su adscripción territorial. En efecto, investigaciones a nivel internacional vinculan la emergencia de la clase media global a la galopante urbanización que tiene lugar en distintos países y, en especial, al surgimiento de "megaciudades" como Sao Paulo, Ciudad de México, Buenos Aires y Río de Janeiro en América Latina, resultado del crecimiento de una economía de servicios (Birdsall, 2010), de la elevada participación de estas ciudades en el producto global bruto y de la expansión de su infraestructura básica (Dobbs et al., 2012). Sin embargo, el vínculo entre clase media y territorio es más amplio y complejo. Constituye una de las dimensiones menos estudiadas acerca de los cambios que ha experimentado esta clase social, a lo que nos referiremos en este artículo analizando su desarrollo en relación con los lugares donde reside y trabaja.

A ese respecto, en el caso de América Latina, el crecimiento económico y urbano generó históricamente desequilibrios territoriales (Williamson, 1965; Redwood, 1975; Gilbert & Goodman, 1976; Quijano, 1972); en la actualidad, la globalización acentúa la urbanización de la economía y el papel predominante de las grandes ciudades, lo que acarrea la coexistencia de territorios subnacionales prósperos con territorios de menores ventajas comparativas en la dinámica global (De Mattos, 1998, 2009). En América Latina, y en particular en Chile, durante el período reciente se ha estudiado la relación entre pobreza y territorios (Gross, Galilea & Jordán, 1988; Ramírez, Tartakowsky & Modrego, 2009), grupos sociales y segregación ambiental (Gross & Rodríguez, 1988; Sabatini, Rasse, Mora & Brain, 2012), desigualdad en los niveles de bienestar y desarrollo en los territorios (Larraín & Toledo, 1990; Uribe-Echeverría, 1996; Srary, 1997), clases sociales y regiones del país (Barozet, Espinoza, Holz & Sepúlveda, 2009). Dentro de estas tradiciones de estudio y al contrario de muchos análisis optimistas sobre el crecimiento económico, urbanización y expansión de las clases medias, se ha observado que, en América Latina, otra cara de la concentración de población en grandes ciudades se refleja en fenómenos como la violencia y la inseguridad, la falta de planificación y la contaminación (Hiernaux & Lindón, 1997; Cadena et al., 2011). Sin duda, la clase media forma parte de este complejo panorama en que se vinculan desigualdad y territorio, una interrelación a la que nos aproximaremos en este trabajo.

En cuanto al estado del arte más preciso en el caso chileno, se ha estudiado la configuración actual del territorio, analizando el nivel de diversificación y especialización de las ciudades generado por la globalización de la economía, a partir de datos sobre ocupación según sectores o ramas de actividad económica, lo que permite distinguir diversos tipos de ciudades (Escolano, Ortiz & Moreno, 2007). También enfatizando la división funcional generada por el proceso de globalización, se ha analizado tanto la composición sectorial como las categorías ocupacionales de mayor peso en las principales ciudades, observándose la concentración relativa de las funciones directivas y más intensivas en capital humano en la red urbana del país (Lufín & Atienza, 2010). A la inversa, con énfasis en el mundo rural y analizando las relaciones entre las diversas comunas del país según el empleo total y la movilidad territorial o conmutación por motivos laborales, se han identificado diversos grados y formas de ruralidad (Berdegué et al., 2011) o conformación de espacios de producción agrícola (Canales & Hernández, 2011). Basándonos en los estudios anteriores, para contextualizar territorialmente a la clase media en el estado actual del proceso de urbanización que vive el país, distinguiremos diversos tipos de territorios a partir de la localización comunal de la ocupación de los individuos considerados de clase media.

Sostendremos que la clase media en cada tipo de territorio tiene características particulares. Afirmaremos que, dependiendo de los territorios donde habitan y se desempeñan laboralmente, surgen diferentes clases medias, de modo que no existe un único fenómeno de mesocratización, como está implícito en algunos de los estudios sobre el desarrollo de una clase media global. Para el análisis, se usan datos censales y la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (casen, 2011). En primer lugar, fundamentaremos la tipificación de territorios subnacionales en Chile. Enseguida, revisaremos definiciones de la clase media desde el punto de vista de los ingresos, aplicándolas a los diversos tipos de territorio del país. Finalmente, distinguiremos diversos estratos de clases medias chilenas según las ocupaciones desempeñadas en cada uno de los tipos de territorio identificados.

Clases medias y territorio

Cuando se realizan estudios de estratificación social en relación con la dimensión territorial se suele considerar que las regiones administrativas no son un buen lente de análisis, debido a que son excesivamente amplias, heterogéneas y que abarcan zonas de diversos rasgos internos, incluyendo zonas urbanas y rurales (Barozet et al., 2009). Al otro extremo de la escala, se puede usar la comuna como nivel de análisis; así se ha hecho, por ejemplo, en el caso de Chile en estudios sobre la pobreza y la desigualdad de ingresos a nivel comunal (Agostini, Brown & Góngora, 2008; Ramírez et al., 2009). Sin embargo, los municipios constituyen unidades demasiado reducidas para un análisis capaz de abarcar a las clases medias. De todos modos, las comunas pueden constituir la unidad básica para un análisis empírico más agregado, como haremos en este trabajo, aprovechando la disponibilidad de datos a ese nivel. La...

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