La densidad urbana como variable de análisis de la ciudad. El caso de Cuenca, Ecuador. - Vol. 41 Núm. 124, Septiembre 2015 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 636921181

La densidad urbana como variable de análisis de la ciudad. El caso de Cuenca, Ecuador.

AutorHermida, M. Augusta
CargoEnsayo

El debate teórico sobre la ciudad dispersa versus la ciudad compacta, en el mundo y particularmente en América Latina, pone en la palestra los aspectos clave necesarios para proponer un nuevo modelo de ciudad, donde la calidad de vida de las presentes y futuras generaciones sea el punto focal de reflexión. A través del estudio del estado del arte sobre el tema se concluye que el regreso a la ciudad compacta es la alternativa para un posible desarrollo sustentable en las ciudades intermedias de América Latina. En el caso de Cuenca, se concentra el estudio en las densidades de la ciudad desde los años cincuenta hasta nuestros días. Sorprende comprobar que Cuenca fue una ciudad compacta con alta calidad de vida pero que, paulatinamente, se está expandiendo innecesariamente, con todos los problemas que ello implica.

PALABRAS CLAVE | crecimiento urbano, sustentabilidad urbana, ciudades intermedias.

The theoretical debate about the scattered city versus the compact city; in the worldwide and particularly in Latin America, this put in evidence the necessary key aspects to propose a new city model, where the quality of life in the present andfuture generations will be the focus point of reflection. Throughout the study of the state of the art about this topic, it concludes that the returning to a compact city model is the alternative for a possible sustainable development in the intermediate cities of Latin America. In the Cuenca case is concentrated in the study of the densities of the city from the 1950s until today. It is amazing to prove that Cuenca was a compact city with a high quality of life, but gradually it is unnecessarily expanding, with all the problems involved.

KEYWORDS | urban growth, urban sustainability, intermediate cities.

Agradecimientos

Los autores expresan su agradecimiento a la Universidad de Cuenca, en particular a su Dirección de Investigación, por el financiamiento del proyecto "Modelos de Densificación Territorial para las zonas consolidadas de la ciudad de Cuenca", del cual forma parte este trabajo; al Departamento Interdisciplinario de Investigación en Espacio y Población y al Grupo Ciudades Sustentables-Llactalab, por su permanente apoyo. Igualmente agradecen de manera especial a los investigadores Pablo León y Jaime Tenezaca; a los ayudantes de investigación y digitadores que participaron en el proyecto: Carolina Abril Moscoso, María Emilia Durán Carrasco, María Laura Guerrero Balarezo, Sebastián Vanegas Bravo y Daniela Auquilla Clavijo; y a los estudiantes de la Facultad de Arquitectura que colaboraron en el levantamiento y digitalización de la información.

Introducción

La ciudad es uno de los productos más extraordinarios que ha creado la humanidad. Por definición es multifuncional, concentra la diversidad, y está en permanente construcción-reconstrucción, porque nunca se acaba; se trata de un "producto social" en proceso de cambio constante que tiene historia. (Carrión, 2001, p. 7)

El estudio de la densificación de las ciudades constituye una importante herramienta para evitar el crecimiento innecesario de la ciudad, aplicando para ello un enfoque de sustentabilidad que atienda varios frentes: proximidad, conectividad, población y actividad, transporte alternativo, habitabilidad del espacio público, complejidad urbana, dotación de espacios verdes y biodiversidad, autosuficiencia energética, autosuficiencia hídrica, adaptación y mitigación al cambio climático, cohesión social, dotación de equipamientos, etcétera. La densidad es uno de los componentes del debate teórico sobre la ciudad dispersa versus la ciudad compacta en el mundo y, particularmente, en América Latina.

El Ecuador, al igual que gran parte de los países latinoamericanos, experimentó a lo largo de la segunda mitad del siglo XX diversos fenómenos que determinaron la forma urbana, el crecimiento y las densidades habitacionales de las ciudades. Cuenca no fue ajena a las transformaciones urbanas resultantes de esos procesos, que incluyen--entre otros--el cambio de modelo económico hacia la industrialización sustitutiva de importaciones, que provocó una fuerte migración poblacional del campo a la ciudad; y, en el último cuarto del siglo anterior, el boom petrolero y la influencia del modelo neoliberal.

El artículo analiza la variación en las densidades brutas en el área urbana de Cuenca a partir de 1950, con la finalidad de establecer conclusiones y recomendaciones para definir un necesario nuevo modelo de ciudad, proponer otro enfoque a la planificación y abrir nuevas preguntas de investigación. Sorprende comprobar que Cuenca fue una ciudad compacta con alta calidad de vida, pero que, paulatinamente, se está convirtiendo innecesariamente en una ciudad dispersa, con todos los problemas que esto conlleva. Se concluye que el regreso a la ciudad compacta es la alternativa para un posible desarrollo sustentable en las ciudades intermedias de América Latina.

El regreso a la ciudad compacta como alternativa para el desarrollo sustentable

A pesar de las variantes acordes a cada país o periodo, se conoce como ciudad dispersa aquel modelo urbano de baja densidad que presenta discontinuidad en sus partes, con poca diversidad, baja proximidad de usos y que ocupa las periferias, en su mayoría, únicamente para vivienda unifamiliar, alejada de los centros urbanos y, por ende, de los servicios básicos y equipamientos (Lehmann, 2010; Navarro, 2011; Muñiz, Calatayud & García, 2010; Arbury, 2005). Varias fueron las causas que contribuyeron a la dispersión de las ciudades; entre ellas, la necesidad de trasladarse hacia las periferias como reacción en contra de las malas condiciones de vida, contaminación y ruido de los centros urbanos (Muñiz et al., 2010; Rufí & Pinatella, 2007); el avance en las tecnologías de la información y las comunicaciones (tic), que disminuyeron el peso del factor distancia (Ministerio de Medio Ambiente de España, 2007); la adquisición de vehículos privados que, para 1970, se habían convertido en componentes intrínsecos de la cotidianidad; la adquisición de viviendas en las periferias, que, de acuerdo con De Mattos (2010), se fundamentaba en el incremento del ingreso personal medio, la preferencia por una vivienda unifamiliar con jardín y la generación de grupos familiares más pequeños. A todo lo anterior se puede agregar la incorporación de la mujer al mercado laboral, lo cual modifica la manera como las personas viven, trabajan y viajan.

La ciudad dispersa trae consigo numerosos impactos económicos, sociales y ambientales. Como impactos económicos están aquellos relacionados, por un lado, con la provisión de servicios básicos, infraestructura y equipamientos que demandan las zonas alejadas de los centros urbanos; y, por otro, con los altos costos para el control de la contaminación atmosférica y la seguridad ante el tráfico ocasionado por el uso masivo del automóvil (Arbury, 2005). Los impactos sociales son losmás difíciles de medir, pero son evidentes: inequidad; riesgos en la salud, ya que la ciudad dispersa desalienta la caminata y otras actividades físicas; pérdida de sentido de comunidad, segregación, polarización, reclusión residencial; pérdida de espacio público y desigualdad en el acceso a la movilidad, ya que se favorece principalmente al vehículo privado (Arbury, 2005; De Mattos, 2010; Muñiz et al., 2010). Duany, Plater-Zyberk y Speck (2000) (citado en Arbury, 2005) sostienen que la dispersión genera modelos de segregación; los niños que crecen en este tipo de asentamientos no desarrollan un sentido de comunidad y empatía con sus vecinos o habitantes de otros barrios, percibiéndolos con desconfianza e, inclusive, desprecio. Finalmente, en cuanto a impactos ambientales, se destaca la pérdida de suelo natural, causada por su uso excesivo en las periferias, que deriva en disminución de biodiversidad, distorsión del ciclo hídrico, afectación a los valores paisajísticos y contaminación del agua y del suelo (Ministerio de Medio Ambiente de España, 2007; Cervero, 1998); y en contaminación atmosférica y de ruido, debido al uso masivo del automóvil y el consumo excesivo de recursos no renovables para abastecer las necesidades de su uso (Muñiz et al., 2010). Nozzi (2003) (citado en Arbury, 2005) concluye que los modelos de ciudad dispersa causan un 20 a 50% más de contaminación que los modelos de ciudad compacta. A pesar de que los avances tecnológicos generan estrategias para reducir los impactos ambientales relacionados con la contaminación y el uso de recursos no renovables, no existe tecnología posible que contrarreste los impactos sociales que provoca un modelo de ciudad disperso (Cervero, 1998).

A partir de los años noventa, sin embargo, se inicia una nueva etapa, por lo menos en términos teóricos: la conciencia de la necesidad de un desarrollo sustentable, de la necesidad de salvaguardar los recursos naturales y de los impactos negativos de un modelo de desarrollo disperso, lo que lleva las miradas a la ciudad construida. A pesar de que desde los años setenta algunos autores promulgan la necesidad de un cambio de pensamiento sobre la planificación urbana, fue en los noventa que esta reflexión se intensifica. Según Dimitriou (2011), fue en 1987, con el Informe Brundtland Our Common Future (United Nations, 1987), donde se marca la necesidad de un cambio en la manera de producir ciudad. La Agenda 21, suscrita en la Cumbre de Río en 1992; la Carta del Nuevo Urbanismo, resultado del Primer Congreso del Nuevo Urbanismo en Estados Unidos, de 1993; la Carta de Alborg, a partir de la Conferencia sobre Ciudades y Poblaciones Sostenibles en 1994, son tan solo algunos de los ejemplos de compromisos y reflexiones sobre el nuevo enfoque que debe adoptar la planificación. Surgen así numerosas aproximaciones para abordar el tema de la ciudad, que apuntan a cambiar la tendencia del crecimiento desmedido para beneficio de las generaciones actuales y futuras. Entre tales aproximaciones están el smartgrowth, el...

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