Denise desenchufada - 28 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697830161

Denise desenchufada

-Este último disco se llama así porque yo he vivido de esas tres cosas -dice Denise tras subir desde el subterráneo-estudio de su casa en La Reina. Después de posar para el fotógrafo comenta:

-Tengo fe en mí, en lo que me rodea, rezo como pueda (creo que no soy católica, no cumplo con los requisitos). Yo amo todo, eso tengo muy de brasileña, una pasión que a veces me daña. Y la libertad es esencial, sin libertad no puedes crear.

Aunque pasaron 47 años entre la segunda y la tercera grabación de su grupo, la cantante no ha parado su actividad: no sólo en el rock, ha sido baladista, crooner de una orquesta, cantante de piano bar, "de mil 500 cosas, pero siempre en la música". Esa fue precisamente la promesa que se hicieron hace casi cinco décadas con su compañero de vida, el guitarrista Carlos Corales:

-Él me dice '¿tú me querís?'. Y yo, 'sí, pero yo siempre quiero cantar'. El dice 'yo también quiero tocar, entonces vamos a vivir de eso'. Y nunca he hecho otra cosa", afirma, aunque añade que también le vino un ataque artesanal, del que quedan como prueba las arpilleras bordadas (una con un paisaje del Valle del Elqui) que están en la pieza de su hija menor homónima.

La historia de Denise, Corales y Aguaturbia parece salida de una película. El conjunto tuvo una meteórica carrera: en poco más de un año se conocieron, formaron la banda y se convirtieron en fenómeno. Ella era hija de un sargento de carabineros y madre brasileña (padres de otros cuatro hijos), que con la complicidad de su abuelo fue a cantar a un concurso de radio. Al disjockey Ricardo García le llamó la atención y le dijo que debería grabar un disco. La entonces escolar había cambiado su nombre original (Clímene) porque nadie lo entendía, y llamó al sello Emi Odeón diciendo que era una cantante chileno-brasileña que quería grabar discos.

Fue a una reunión donde les cantó en portugués e italiano, y aunque era una colegiala, los convenció con su actitud: si bien no tenía claro lo que quería cantar (hasta que descubrió a James Brown en las radios a las que iba), como afirma hoy,

-El rock es una cuestión interior, es una actitud de vida, no es una pomada. No es un estilo fácil, pero es tan poderoso que si lo dominas puedes dominar todo lo demás para abajo, en actitud, en presencia en todo, incluso vocalmente.

Pestañas postizas

Corría 1968 y la promisoria cantante pidió grabar su debut discográfico (el single "Torta de merengue") con músicos y no con orquesta. Le recomendaron un joven guitarrista, que entonces tenía un grupo ("Gina y los Tickets", de acuerdo a la biografía de Aguaturbia del escritor Fabio Salas). Denise comenta que era "pavota" pero atractiva ("era alta y tenía copa C") y aunque a Carlos Corales lo veía como partner, "la música nos empezó a conquistar mutuamente". Entonces asegura que se transformó en la versión local de Yoko Ono, porque la cantante del grupo de Corales salió volando, y él le dijo que formaran una banda de rock. También le pidió matrimonio (junto con la promesa antes citada), porque ella quería irse a Brasil, aburrida de los retos paternos que la mantenían el 90 por ciento del tiempo refugiada donde sus abuelos maternos.

Cuesta imaginarse que Denise, con su característico look y actitud -que es una suerte de mezcla entre Tina Turner y la original Gatúbela de...

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