Cómo definir hoy la música chilena
Hasta la década de 1960 no cabía duda que "música chilena" era la tonada y la cueca. A nadie se le habría ocurrido catalogar como música chilena a la nueva ola, por ejemplo, aunque fuera un fenómeno protagonizado por músicos nacionales. La música chilena era una manifestación cultural de larga data, con prácticas que habían llegado con los propios fundadores de la nación. Con el tiempo, dichas prácticas habían adquirido rasgos distintivos mediante procesos de uso, adaptación y mezcla, homologables al proceso de conformación de una identidad nacional forjada desde la zona central.
Sin embargo, a comienzos de los años sesenta, este concepto de música chilena será cuestionado desde las nuevas demandas de diversidad en la representación de la Nación, que en el plano musical se expresan con fuerza en la obra de Violeta Parra. Estas demandas, sustentadas en trabajos de rescate de raíces folklóricas olvidadas, comenzaron a poner en jaque la hegemonía de la tonada y la cueca como definitorias de la totalidad del campo de la música chilena. La diversificación de raíces permitirá incrementar también la mezcla, haciendo que, por ejemplo, una canción de ritmo chilote como "Gracias a la vida" fuera acompañada por charango, expandiendo el concepto de música chilena
Así se abría un fecundo camino para la música nacional, caracterizado por la mezcla de raíces diversas, mezcla que continúa hasta el presente. Esta tendencia ha tensionando el propio concepto de raíz, ya que ahora las influencias pueden venir de cualquier lugar, alimentándose "hidropónicamente" del amplio espectro de las músicas del mundo. Sin duda que una particularidad de los músicos de este país ha sido la capacidad de absorber música de distinta procedencia y mezclarla para que adquiera rasgos distintivos, pero ese es un proceso que toma tiempo.
En busca de la música chilena
La variedad de música producida en Chile y en categorías muy diversas, dificulta perfilar con claridad la música que se quiere promover. En música popular el rango puede ir desde la ranchera hasta el jazz; en música folclórica desde la tonada huasa a la fusión latinoamericana; y en música docta se expande desde obras coloniales hasta contemporáneas. Cuando hablamos de cine, teatro o literatura chilena, en cambio, nos referimos a cierto grupo de épocas, realizadores y obras; a determinados escuelas, editoriales y circuitos; y a ciertas corrientes, contenidos, y problemáticas más o menos claras de identificar. Sin embargo, cuando hablamos de música chilena ¿de qué estamos hablando?
Lo que está claro es que el concepto de música chilena apela a fenómenos de identidad, aunque hoy día esté en disputa, por sectores sociales y...
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