Defender
Autor | Hernán Corral Talciani |
Páginas | 177-180 |
177
1. ¿EN QUÉ CONSISTE LA DEF ENSA?
La defensa de la tesis es una de las más an-
tiguas tradiciones académicas, que hunde
sus raíces en los albores de las universidades
medievales.
Originalmente la defensa oral (en latín)
de las tesis del doctorando ante la comuni-
dad de doctores era el ejercicio principal
que permitía el otorgamiento del grado.
El documento escrito que recogía las tesis
era de una extensión breve y se trataba más
bien de una relación de las proposiciones
a defender. Refiere Capitant que este do-
cumento se imprimía en una gran hoja de
papel y era costumbre adornarla con un
grabado. El mayor gasto del doctorando
provenía justamente de este grabado, que
algunos estudiantes ricos hacían ejecutar por
verdaderos artistas.
348
En Francia, esta moda-
lidad de doctorado llegó hasta el siglo XIX.
Sólo a partir de 1840 la disertación escrita
comenzó a tener mayor relevancia.349
En los doctorados actuales la atención
se ha volcado a la elaboración del trabajo
escrito que da soporte y argumentación a
las proposiciones (tesis), y es más bien la
lectura que hacen los miembros designados
para juzgarlo la que permite la aprobación
y valoración de la postulación del tesista
al grado académico de doctor. Por eso la
defensa pública de la tesis tiene un valor
más bien refrendatorio o confirmatorio de
una opinión ya adoptada (generalmente
favorable).
Pero el que el centro de la valoración del
trabajo del tesista se haya desplazado a la
348 CAPITANT, H., ob. cit., p. 12.
349 CAPITANT, H., ob. cit., pp. 16-18.
tesis propiamente tal no quita importancia
a la defensa. Debe tenerse en cuenta que se
trata de un acto público, al que normalmente
acuden compañeros, amigos, profesores, por
lo que nadie querrá hacer un mal papel.
Además, a veces los miembros del tribunal
son más inquisitivos y críticos que lo normal,
y se debe estar bien preparado.
La defensa, en general, se compone de
cinco etapas: 1ª la instalación del tribunal y el
saludo del presidente; 2ª la exposición inicial
del doctorando; 3ª las observaciones de los
miembros del tribunal; 4ª la contestación del
doctorando; y 5ª la calificación de la tesis.
2. LA EXPOSICIÓN INICIAL
Una vez que el presidente del tribunal le
ha concedido la palabra, el doctorando
disertará por unos veinte a treinta minutos
aproximadamente sobre lo que constitu-
ye el meollo de su tesis. Al hacer uso de
la palabra se suele pedir permiso al presi-
dente con la expresión: “Con la venia…”.
Sugerimos que el doctorando permanezca
de pie mientras hace su disertación, salvo
impedimento físico.
La exposición debe combinar algo de
la introducción: presentación del tema en
general, motivos que hacían plausible la
investigación, métodos empleados, con las
conclusiones. De las conclusiones se selec-
cionarán las de mayor peso y novedad y se
hará respecto de ellas un breve resumen de
los principales argumentos que han llevado
al doctorando a sostenerlas. Finalmente,
se dirán algunas palabras más personales
sobre el trabajo realizado y se manifestarán
agradecimientos. Aquí son pertinentes los
V. DEFENDER
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba