El curioso caso de la baja en la delincuencia
En la década de 1990, John Dilulio, un académico conservador estadounidense, sostenía que una nueva clase de "súper depredadores", "niños que no tienen ningún respeto en absoluto por la vida humana y ningún sentido del futuro", aterrorizarían a los norteamericanos casi indefinidamente. No era el único. Expertos estaban convencidos de que la delincuencia seguiría subiendo. La ciudadanía observante de la ley se refugiaría en comunidades enrejadas, patrulladas por guardias de seguridad. Era poco lo que los políticos y los jefes de policía podrían hacer excepto hacer declaraciones rimbombantes y tratar de manipular las estadísticas.
Dilulio más tarde se retractó y está claro que los pesimistas estaban equivocados. Al mismo tiempo que él estaba escribiendo, la ola criminal de EE.UU. disminuía. Las ciudades se han vuelto mucho más seguras y el resto del mundo desarrollado ha seguido la misma tendencia. Desde Japón hasta Estonia, la propiedad y las personas están ahora más seguras que en casi cualquier otro momento desde la década de 1970. Lo desconcertante es que la recesión no ha interrumpido la tendencia a la baja. Mientras el país debate acaloradamente el tiroteo de Trayvon Martin (ver foto), nuevos datos muestran que la tasa de homicidios para los estadounidenses jóvenes está en el nivel más bajo en 30 años.
Algunos delitos casi han desaparecido. El año pasado hubo solo 69 robos armados de bancos, asociaciones de ahorro y préstamo y correos en Inglaterra y Gales, en comparación con 500 al año en la década de 1990. En 1990 robaron cerca de 147 mil autos en Nueva York. El año pasado, menos de 10 mil. En Holanda y Suiza, los traficantes de droga y las prostitutas han sido expulsados del centro de las ciudades; los adictos en esos lugares son ahora hombres de edad, a menudo alcohólicos, que viven es hostales del Estado. En países como Lituania y Polonia, los mafiosos que traficaban con personas y drogas en años 90 han optado por actividades menos violentas, como el fraude.
La ola se retira
Se han descartado algunas teorías sociales muy apreciadas. Resultó que los conservadores que insistían en que la declinación de la familia nuclear tradicional y la creciente diversidad étnica desatarían una ola criminal incontrolable estaban equivocados. Es cada vez más probable que los jóvenes hayan sido criados por un solo padre y hayan jugado muchísimos videojuegos. Sin embargo, su comportamiento es muchísimo mejor que el de generaciones anteriores. Los...
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