Cuatro diferencias de mirada - 31 de Julio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 908186374

Cuatro diferencias de mirada

Desconciertan las dos exposiciones que ahora nos presenta Galería Patricia Ready, aunque en cada caso por razones radicalmente distintas. Comencemos por la de Cornelia Vargas (1933). A sus 89 años de edad, sobra la cantidad de pinturas -más de 40- que nos entrega en la sala principal y en el pasillo. Es que la totalidad aparece fechada entre 2019 y 2022. Por mucho que se fundamente en figuras geométricas y en la colaboración de asistentes, el esfuerzo emerge casi sobrehumano. Formada la artista en Alemania durante los años 50 -Escuela de Ulm-, sus acrílicos y óleos nos conducen a los tiempos de Ramón Vergara Grez, a esa abstracción geométrica que hoy tiende a parecernos un poco rudimentaria, tiesa y con durezas de coloraciones. Sin embargo, en el presente conjunto creemos que se imponen aquellos trabajos emancipados de rigideces, como ocurre con los muy convincentes "Profundidad" y el dinamismo de su blanco entre colores fríos, como en "Espiral alternando 2 claro oscuro" -ahora amarillo dentro del cromatismo frío-; la serie "Crecimiento" y sus cuatro integrantes, atractiva serigrafía en blanco y negro.A continuación tenemos la Sala Gráfica. Del mismo modo que el recinto, cerrado por entero esta vez, obliga a acceder a él no por la escalera habitual, sino mediante ascensor, resulta críptica la exhibición de Adolfo Bimer (1985). Corresponde a una especie de instalación que busca provocar el efecto de una sala de espera en un hospital invadida por signos médicos. Encontramos ahí, pues, múltiples radiografías con visiones microscópicas de sangre y tejidos, pintados e imitando un vitral -temática tan bien tratada por Paz Lira- con dominantes rojos y negros; un perfil con una secuencia en miniatura de apretadas placas oscuras pareciera hacer eco con sus altos y bajos a las radiografías protagónicas. A ello se agregan un supuesto escanciador con líquido sanguíneo, un gráfico con texto enigmático y cinco colgadores de papeles secos, corroídos, ennegrecidos en extremo. También carcomidos lucen los respaldos del triple asiento oficinesco. Como supuesto signo del concepto de la espera eternizada, asimismo aparentan sumarse a las corrosiones anteriores cinco insolentes ceniceros con cigarrillos apagados entre sustancias...

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