Crónica de un femicidio frustrado - 7 de Junio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 641756205

Crónica de un femicidio frustrado

-Lo único que quiero es que (mi yerno) quede en libertad. Lo que pasó fueron cosas de un momento de arrebato, nada más que eso.

Trinidad vive en la población Bellavista de Ovalle, en la parte alta de la ciudad. El patio de su casa es de tierra; la construcción parece estar a medio terminar. Ahí creció su hija, Karol Pizarro, quien el 28 de julio de 2015 fue agredida por su pareja, Marco Olmos. El hecho fue calificado como intento de femicidio y parecía ser uno más en la lista de los que se cometieron durante el año pasado. Fue ignorado por la prensa.Eso cambió el 5 de abril de 2016. Entonces un fallo del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle condenó a su marido, en calidad de autor del delito de femicidio frustrado, a la pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo. Y, de forma unánime, los magistrados otorgaron libertad vigilada intensiva a Marco Olmos, conmutándole el cumplimiento efectivo de la pena en la cárcel. La atenuante: "En el momento previo a la agresión se había develado la infidelidad de su cónyuge, con quien estaba casado hacía 15 años y mantenía dos hijos en común. Y hacen patente que su actuar fue empañado por ese estado emocional".

La polémica fue instantánea. Mientras la prensa y la ministra del Sernam, Claudia Pascual, rechazaron la resolución, en Ovalle un grupo de vecinos se reunió a protestar en contra del fallo. Las declaraciones de Trinidad resultaron sorprendentes.

-No entiendo por qué siguen con esto. Pasan cosas mucho peores, más terribles. El Marco es un súper buen papá, ¿qué van a hacer mis nietos si él se va preso? -dice ahora Trinidad Chacana.

Está en su casa y muestra la Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia, la que ocupan los testigos de Jehová. Reza para que su yerno no vuelva a la cárcel.

-No quiero hablar más del tema. Lo único que quiero es que nos dejen tranquilos.

Los hechos

Todo comenzó la mañana de un martes.

Vladimir Jelic Rojas, sargento segundo de Carabineros de Ovalle, fue el primero en entrar a la casa que compartían Marco Olmos y Karol Pizarro. Ese día, una llamada anónima, efectuada por una voz masculina, alertó a la central de comunicaciones de la institución sobre una situación de violencia intrafamiliar. Eran alrededor de las 3:25 de la tarde.

-¿Usted cree que si no hubiesen llegado...?

-¿Hubiese fallecido la persona? Sí -dice el carabinero.

Era 28 de julio de 2015.

Según los audios de la declaración de Karol Pizarro, ese día junto a su marido decidieron quedarse en la casa. Ambos trabajaban como temporeros, cosechando limones en un predio camino a La Serena. Esa mañana se levantaron a las 11:00, cuando sus hijos -dos varones, de 15 y 17 años- ya estaban en el colegio. La mañana...

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