La crisis griega le asesta un golpe al proyecto de integración de la Unión Europea
Cualquiera sea el resultado, el proyecto de integración de la UE ha sufrido un duro golpe. Creada como una respuesta al horror de las guerras mundiales, la Unión es vista como la única garantía para mantener la paz en el continente donde conviven naciones poderosas junto a estados más pequeños y vulnerables.
En los últimos años, ante un renovado interés de Rusia por aumentar su influencia en el continente, la ampliación de la UE y de la eurozona ha sido considerada vital para el futuro de la región.
El euro fue establecido como una promesa de estabilidad y prosperidad, así como un vínculo permanente entre los países. Sin embargo, en los últimos seis años, producto de la crisis financiera, el proyecto europeo se ha debilitado progresivamente.
La recesión y la posterior crisis de deuda de los países del sur de la eurozona dejaron sin empleo a 23,3 millones de personas, de las cuales casi cinco millones tienen menos de 25 años. "Si Europa no logra crear empleos, si es vista solo como un lugar para la austeridad y no para la esperanza, para el progreso, si es vista como un castigo, el proyecto europeo no solo será criticado, sino rechazado", ha advertido el comisionado para Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Más o menos con los mismos argumentos, el gobierno británico de David Cameron ha planteado convocar un referéndum en 2017, para que se decida la continuidad del país en la UE. Reino Unido demanda nuevas reformas a la UE y recuperar parte de su soberanía para decidir en temas como migración y tratamiento de trabajadores extranjeros. Según las encuestas más recientes, entre el 33% y 39% de los británicos apoya la idea de abandonar la UE.
En otros países también hay un deterioro del sentimiento hacia Bruselas. En Italia, una encuesta de Ipsos mostró que el 72% de los italianos considera que la integración europea es débil. En Serbia, el apoyo al ingreso del país a la UE en 2020 cayó de 50% a 40% en las últimas dos semanas. Por el contrario, el 61% de los serbios apoya un mayor acercamiento con Rusia. Mientras, las últimas encuestas muestran un creciente rechazo entre los polacos al concepto de solidaridad de la UE, con el 69% en contra de que el país reciba refugiados de África y Medio Oriente (como lo ha requerido Bruselas) y el 60% en contra de un nuevo rescate a Grecia.
Credibilidad golpeada
La salida de Grecia de la eurozona sería bastante dolorosa: Oxford Economics ha estimado que la economía del país podría contraerse en un 10% de...
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