Yo crié a los Fábula - 8 de Mayo de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 716217009

Yo crié a los Fábula

-Fue una niñez bastante distinta a lo que uno considera una niñez normal. Vivíamos en la calle Phillips, allí vivían también mis abuelos, Ester Alessandri y Arturo Matte, y su casa era el lugar donde todos se juntaban. De niña jugaba en la Plaza de Armas, les cuento a mis hijos y es como curioso para ellos. Vivíamos en un mundo convulsionado, que no era un mundo de niños. Porque siempre había campañas, elecciones, candidatos. (En mi familia) había diputados, senadores, presidentes del Senado, presidentes de la República. Era una conmoción permanente.

Estudiaba en las Ursulinas de Vitacura y eran pocas las alumnas que, como ella, vivían en el centro. A ella la transportaba una micro café. Desde chica vivió el contraste de opiniones:

-Mi papá era un hombre extraordinariamente inteligente. Ingeniero de la Universidad de Chile y un hombre absolutamente de izquierda. No un poco de izquierda, muy de izquierda. Y él tenía dos hermanas que también eran de izquierda. Era un fenómeno inédito, que alguien fuera de izquierda en la familia Matte Alessandri.(...) En mi casa comían varias veces a la semana, Cloro (Clodomiro) Almeyda, el propio (Salvador) Allende, Tohá, Altamirano, Felipe Herrera. Era su grupo de amigos.

La madre de Magdalena, Teresa Lecaros, era de derecha, pero le organizaba al grupo comidas con una sonrisa. Cuando Jorge Alessandri, quien era padrino de Arturo, asumió la Presidencia, éste dejó la dirección de su diario para "no tener que dispararle al Presidente de la República". Coherente, emigró por dos años a China y Rusia a estudiar el modelo socialista. En el intertanto y después de una década de vida en pareja, se acabó su matrimonio con Teresa Lecaros.

Al finalizar su periplo internacional, volvió a Chillán a la Hacienda San Miguel, un fundo de los Matte, para intentar aplicar sus ideas colectivistas. Unos años después, murió en un accidente de auto cuando Magdalena Matte cumplió 14.

-Yo tuve la escuela, desde chica, de respetar la opinión ajena. Se respetaba lo que el otro pensaba, aunque uno estuviera en desacuerdo. Todo era de una sobriedad impresionante: no había exceso de nada. Cuando murió mi papá, mi mamá trabajó para mantenernos a los tres hermanos. Tuvo que trabajar. (...) Yo te digo: yo nunca tuve plata. Nunca, nunca. Fue una vida de niños que, mirado desde hoy, era muy distinta a lo que uno quisiera, que es un mundo tranquilo y protegido. Muy distinto a mis amigas del colegio, quienes contaban que el fin de semana habían ido al circo, al zoológico. (...) Los problemas que había en mi casa eran los problemas del país y nosotros participábamos en todo. Pero uno en la niñez, lo que busca es tener estabilidad, tranquilidad.

-¿Sentía carencias?

-No, porque mi mamá fue muy gallina con sus pollos.

Antes de casarse con Hernán Larraín, en 1974, Magdalena Matte ya sabía ciertas lecciones. Con el tiempo las aplicó en la crianza de sus seis hijos, entre los que se cuentan los artífices de la productora Fábula y responsables, junto al cineasta Sebastián Lelio, del primer Oscar a un largometraje nacional. El cineasta Pablo Larraín y el productor cinematográfico Juan de Dios Larraín fueron niños de su primera camada, encabezada por el mayor, Hernán, militante de Evópoli. Años después nacieron las tres hijas: Magdalena, María José y Blanca.

Pero llenarse de niños no le impidió a Matte Lecaros sacar una carrera universitaria. Desde muy chica, su madre se lo había martilleado en el oído.

-Me casé cuando estaba en segundo año de ingeniería civil. (...) Me demoré en terminar la carrera, pero la saqué, con título, con examen. Trabajé dos años como ingeniera civil, fue entretenido. Después me fui a trabajar con mi hermano, por treinta años. La ingeniería lo que hace es que te racionaliza la mente, te...

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