'Crespita' Rodríguez 'Muchas mujeres peleamos contra el machismo pero igual lo perpetuamos' - 11 de Abril de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 676975365

'Crespita' Rodríguez 'Muchas mujeres peleamos contra el machismo pero igual lo perpetuamos'

Este primer sábado del mes de marzo es un día especial. Es su regreso al ring después de haber sido madre de Megan, la hija que tuvo, hace 9 meses, junto a Claudio Pardo, diecisiete años mayor, su entrenador de siempre. Hará una "exhibición de combate", en tres rounds, en apoyo a los damnificados del megaincendio en la región del Maule, junto a Jessica Marcos, alias "Bombón Asesino", una boxeadora argentina de 31 años, doble campeona del mundo, que no tendrá ganadora ni fallo. Así se prepara para renovar por quinta vez consecutiva su título mundial de la FIB en junio de este año.

-Aquí fue el puntapié- alcanza a decir, al micrófono, antes de que la música de Rocky se imponga al vitoreo de los quinientos maulinos que gritan desde las graderías del gimnasio Arauco, en el centro de Constitución y la anuncien como lo que es: "la campeeeeona".

Este fue el escenario del primer combate en el que ganó su primer gran título: el mundial de la WIBA. Un espectáculo que, en 2013, costó más de 70 millones de pesos y que fue financiado por el municipio de Constitución y el aporte de empresarios. Esto, después de que Crespita dijera en una entrevista radial -y ahí la escucharan- que pensaba nacionalizarse argentina porque allá sí invertirían en sus peleas.

Desde entonces veranea aquí. Desde esa vez quedaron buenos amigos.

Cuando es casi la medianoche suena el primer campanazo en el ring. Crespita se lanza a su rival, casi sin propinarle golpes, moviendo las caderas, retirándose lento, una, dos, tres veces. Calcula el movimiento de su puño que va y vuelve al mentón en microsegundos. Se mueve elegante y sigilosa, de una esquina a otra, dominando todo el espacio.

Recuerdos de la niñez

Cada vez que vienen a Constitución, Crespita Rodríguez visita la escuela de boxeo local. Funciona en una antigua casa de remos, helada, parecida a un galpón, que mira hacia la costanera. Ahí preparó su título mundial y ahí les habla a los alumnos y alumnas sobre la importancia de perseverar. Es lo que enseña en las charlas motivacionales que hace a universidades, colegios, empresas, clubes deportivos, institutos profesionales y a municipalidades.

Crespita Rodríguez costeó los inicios de su carrera pidiendo a su madre y a sus amigos préstamos millonarios y recaudando plata por medio de clases particulares y eventos en su beneficencia, como rifas y completadas. Hoy, en cambio, vive de sus charlas. A algunas la han contratado junto a su entrenador.

Ahora, también, su pareja.

Aunque chileno, Claudio Pardo tiene acento argentino. Vivió allá temporadas y a Crespita el...

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