Crece la oferta de juegos didácticos hechos en Chile que buscan apoyar el proceso de enseñanza - 12 de Septiembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 910314503

Crece la oferta de juegos didácticos hechos en Chile que buscan apoyar el proceso de enseñanza

Latitud es un juego de mesa compuesto por 80 cartas, cada una representando distintos lugares de Chile. Por un lado, cada carta lleva escrito el nombre de cierta zona -Lago Chungará o Isla Orrego, por ejemplo- acompañado de una imagen que la representa.Por el otro lado, se agrega información de la latitud, región y kilómetro en que se encuentra cada lugar. Al comenzar a jugar, cada participante recibe hasta cinco cartas. Como punto de partida, se escoge una del mazo y cada jugador debe dilucidar si las cartas que tiene en su mano van al norte o sur de la que apareció primero, intentando ponerlas en orden geográfico sin leer el detalle que aparece al reverso.Este recurso pedagógico es solo una de muchas iniciativas lúdicas que en el último tiempo ha dado a conocer el Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión de la U. Católica (Cedeti UC) bajo el objetivo de impactar de manera significativa en el aprendizaje, entendiendo que educar a través de juegos ayuda a aumentar la motivación y el compromiso de los estudiantes. Al mismo tiempo, se fomentan los climas emocionales más positivos.Así se explicó en la reciente Feria de Aprendizaje y Juego, evento organizado en la UC tras una alianza entre el Cedeti, EduLab UC y Efecto Educativo. El encuentro, que se realizó por primera vez, reunió a cientos de expositores e interesados en conocer distintas innovaciones educativas en formato de juegos, y dio cuenta de que, a nivel país, cada vez son más las opciones para aprender y entretenerse; todo al mismo tiempo.En la mayoría de los casos se trata de juegos pensados para usar en el colegio o jardín infantil.Promover la curiosidadBarrioconciencia fue una de las propuestas presentadas en la feria.Se trata de un material didáctico pensado para párvulos a partir de los tres años, en donde se les invita a tomar elementos constructivos como bloques, figuras y módulos, para configurar un barrio. "Cada niño o niña puede trabajar en forma individual o colaborativa generando una unidad -calle o pasaje- que en conexión con otras unidades van armando barrios que a su vez van creando la trama de la ciudad", explica Gabriela García, directora de Preingeniería UC, programa que junto al área de Ingeniería Diseño Dilab, inició una colaboración con el Jardín Infantil Millaray, de la Corporación Jesús Niño, para diseñar y prototipar este recurso lúdico.Los niños "se enfrentan a construir un espacio social que les es familiar: árboles, plazas, bicicletas, calles...

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