Los costos de la gratuidad - 31 de Agosto de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 810284321

Los costos de la gratuidad

En los últimos años, el debate público ha ido perdiendo rigurosidad, implementándose y promoviéndose con creciente frecuencia iniciativas perjudiciales para las aspiraciones de progreso.La gratuidad de la educación superior es un caso ilustrativo. Tal como se había anticipado, esta política está amenazando las finanzas de las instituciones adscritas y utilizando valiosos recursos públicos que podrían tener mejores usos alternativos. Cuando se discute ampliar su duración y cobertura, es pertinente resaltar sus costos. También es necesario recordar que existen mecanismos más convenientes para incrementar el acceso de los más vulnerables a la educación superior y al mismo tiempo evitar los problemas de financiamiento estructural para las distintas instituciones.Calidad y sustentabilidad en peligroPara acotar la presión sobre las arcas fiscales, las autoridades económicas de la Nueva Mayoría optaron por un avance gradual de la gratuidad. Así, inicialmente la idea beneficiaría a los estudiantes de hasta el quinto decil de ingresos familiares, para luego incorporar progresivamente a los restantes grupos socioeconómicos. En la actualidad, abarca los primeros seis deciles.Conceptualmente, ese enfoque omite un elemento esencial, cual es que la educación superior genera altos retornos económicos privados, pues sus egresados acceden en promedio a mejores empleos y más altos salarios que los de quienes no han cursado estudios superiores. Considerar entonces el nivel económico de los padres (y no el del futuro profesional) para entregar un subsidio, está en el centro del diseño deficiente de la gratuidad. Así, más allá del alto costo que ha significado, el sistema actual contiene una evidente regresividad.El reconocimiento de las restricciones presupuestarias también hizo que las transferencias estatales quedaran sujetas a los denominados aranceles regulados. Esto representó un grave atentado a la libertad de las instituciones de educación superior.Y, como también se anticipó, la brecha entre aranceles reales y regulados ha redundado en altos déficits -$17 mil millones solo en 2017- para muchas de las universidades. La prolongación y profundización de los descalces -desde 2019 los alumnos de los deciles siete, ocho y nueve pueden acceder a pagar aranceles regulados- representa un riesgo para la calidad del sistema y el avance de la investigación. Por ello, preocupa el silencio de esas instituciones, en particular de algunas de las más complejas y de...

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