La costa secreta de Nicaragua - 11 de Junio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 682466113

La costa secreta de Nicaragua

Quizás sea el sol, que aquí parece hacerse presente todos los días, o por el hecho de que vive hace tiempo frente al mar, pero lo cierto es que los 52 años que tiene Edward apenas se le notan. Lo que sí es notorio es su experiencia: mucho antes de dedicarse al turismo y de abrir su propia empresa de navegación -Pastora Tours-, Edward vivió en carne propia la convulsionada historia de Nicaragua. "En los 80 peleaban hermanos con hermanos, primos con primos", dice Edward, como ensimismado, hasta que de pronto una de las cañas que van amarradas en la popa de su lancha da un pequeño tirón y el sobresalto lo alerta: acaba de picar un atún de unos dos kilos y medio.

Desde la lancha de Edward se ven los cerros llenos de vegetación que caracterizan a esta parte del Pacífico y, hacia el fondo, la silueta nublada de Costa Rica. Entonces uno comienza a pensar en lo que dice Edward. En que, quizás, todo lo que en este momento luce virgen y salvaje, desconocido y hasta misterioso, en algún tiempo más podría estar lleno de grandes navíos y barcos de carga si es que de una vez por todas se construye el Canal de Nicaragua, una gigantesca obra arquitectónica de la cual se ha venido hablando por décadas en este país, pero que por diversas razones jamás se hizo realidad.

Ahora al menos hay algo que parece más concreto: en 2013 se le otorgó al empresario chino Wang Jing, dueño del grupo HK Nicaragua Development Invesment, con sede en Hong Kong, la concesión para construir un canal interoceánico a través de Nicaragua, megaproyecto que sería tres veces más grande que el de Panamá y que debería estar listo en 2020. El problema es que todavía no hay avances, algunos medios de prensa han informado que la fortuna de Wang Jing ha sufrido varios reveses en los últimos años y, mientras tanto, grupos ambientalistas y campesinos amenazados con expropiaciones de tierra se han opuesto a esta obra.

Uno toma nota de todo eso mientras la lancha de Edward se acerca a la bahía de Playa Gigante -un trozo de arena que en realidad no es tan "gigante", y donde solo se ven botes de pescadores, además de un puñado de construcciones rústicas entre los árboles-, hasta que de pronto el capitán ofrece un plato con la pesca del día, que viene en formato sushi preparado aquí mismo: es la especialidad de Pastora Tours. Y es hora de volver a la realidad.

"Nick Woodman, el dueño de GoPro, acaba de comprar un terreno aquí en Playa Gigante", dice Edward mientras acerca un rústico pero delicioso...

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