En el corazón de la justicia familiar chilena - 11 de Diciembre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 410332986

En el corazón de la justicia familiar chilena

Los niños, ajenos a la discusión, miran a Barney.

Unos pasillos más allá, también en el segundo piso, están las salas de audiencia del Primer Juzgado de Familia de Santiago. En un rincón, cercano a los ascensores, María Fernanda y su abogada conversan antes de una audiencia que tienen programada para el mediodía. Hace dos semanas esta madre de Las Condes entregó los documentos para sacar a su hija de nueve años del país. Quiere llevarla de vacaciones con parte de su familia que vive en Miami, pero el padre de Valentina, de quien está separada desde hace tres años, se opone. El hombre teme que no vuelva al país. La madre de la niña, ahora trae una carpeta con los pasajes fechados y otros documentos que aclaran su intención de volver a Chile. Llama por teléfono al padre de su hija. Discuten en voz baja. En su cara hay gesto de rabia.

En el piso de arriba, donde funciona el Tercer Juzgado de Menores, una abogada del Sename que tramita la causa de un menor susceptible de adopción, pide antecedentes en la ventanilla de atención al público. En la sala de espera una mujer conversa con su amiga, hablan de la demanda por pensión de alimentos que por tercera vez presenta. Aparece su abogada -una rubia alta de vestido negro y maletín-, y dice que esta vez las pericias le son favorables. Que incluso pueden aumentar el monto de la pensión. En la banca de enfrente, un niño de unos diez años que se llama Matías está sentado al lado de la abogada de su madre y dibuja una casa, un sol y una figura humana. Los delinea con trazos naranjas sobre un papel blanco. Bajo el dibujo están las carpetas con los documentos de la demanda de Cuidado Personal que inició el padre de Matías, contra la madre. La acusa de descuidar al niño y de consumir drogas. Esta es la segunda audiencia.

Es lunes. Ya pasa el mediodía. Es el inicio de la semana en el edificio de Juzgado de Familia de Santiago.

El edificio de los juzgados de familia de Santiago es grande, tiene 15 pisos, y una fachada de piedra y vidrio entre azulado y grisáceo que lo cubre hasta el tercer piso. De ahí hacia arriba se levanta una estructura de concreto, que antes albergó al Hotel Tupahue, en calle San Antonio, a dos cuadras de Plaza de Armas. En medio del tráfago del centro, el edificio pasa inadvertido. Pero aquí se reúnen cuatro juzgados de familia, tiene 92 jueces, 80 consejeros técnicos y más de 200 funcionarios administrativos -en su mayoría mujeres-, quienes en sus diferentes salas atienden situaciones de materia familiar provenientes de 18 comunas del gran Santiago. Desde Las Condes, Vitacura, Providencia, Nuñoa y La Reina en el sector oriente, pasando por Santiago, Estación Central o Recoleta, y otras del área poniente como Cerrillos y Maipú. Las excepciones entre las comunas emblemáticas de la Región Metropolitana son: San Miguel que tiene dos tribunales (con 20 jueces), Puente Alto (10 jueces), San Bernardo (7 jueces) y Pudahuel (12 jueces).

En Chile existen 60 juzgados de familia, pero el edificio de San Antonio 477 y los cuatro juzgados que ahí funcionan, conforman el centro de justicia familiar más grande de Chile. En este edificio también funciona el Centro de Atención de Asuntos de Familia (CAAF) y un Centro de Medidas Cautelares. También es el más variopinto en términos de denuncias, de causas que se tramitan y de las características socioeconómicas de las personas y familias que recurren ahí para zanjar sus diferencias.

-Aquí llegan todos y se tramitan demandas que cruzan todos los estratos sociales. Vienen personas con abogados de la Corporación de Asistencia Judicial y otros que contratan abogados privados de grandes estudios. Y todos por los mismos problemas: pensiones de alimentos, divorcios, incumplimiento de regímenes de visitas, vulneración de derechos de menores y violencia intrafamiliar -dice Romina González, encargada del centro de recepción de demandas y escritos. Una oficina que funciona a un costado de la entrada principal de los tribunales. Aquí comienza todo el proceso judicial, cuando las partes involucradas no han llegado a un arreglo anterior en las materias que están suscritas a una fase de mediación, un proceso prejudicial establecido por ley desde 2009 y que es obligatorio en materias familiares como juicios de Alimentos, Relación Directa y Regular (visitas) o...

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