Cómo el conflicto mapuche se convirtió también en un problema QUEMANTE para Argentina
Los textos llevaban la rúbrica de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), movimiento implicado en una serie de atentados, ocupaciones y otros delitos ocurridos desde fines de 2013 en las provincias trasandinas de Chubut y Río Negro. Y que hoy aparece como un hilo primordial en la trama de la desaparición del activista indígena Santiago Maldonado, caso que impacta al país vecino y que se ha convertido en un dolor del cabeza para el Presidente Mauricio Macri, al ser enarbolado en su contra por la oposición kirchnerista (ver recuadro).
"Libertad a los presos políticos mapuches encarcelados en el Gulumapu (zona de La Araucanía) por el Estado chileno", dispara una de la proclamas del panfleto. "Libertad al lonco weichafe (combatiente) Facundo Jones Huala preso político mapuche de los estados argentino y chileno", espeta la otra.
Jones Huala, rostro de RAM, está efectivamente ligado con Chile. De hecho, en la actualidad permanece preso en Chubut, debido a una petición de extradición para que enfrente juicio por el asalto e incendio de un fundo en la Región de Los Ríos, causa que evadió al escapar a su país (ver relacionado).
Indicios sobre nexos se multiplican
La aparición de Jones en ese caso fue el primer indicio concreto sobre la conexión entre los conflictos indígenas que se desarrollan a uno y otro lado de la Cordillera.
Cuatro años y ocho meses después de su captura por ese ataque, los vestigios acerca del nexo binacional se suman. Al punto de que el Ministerio Público chileno y sus congéneres trasandinos mantienen desde hace tiempo un diálogo respecto del fenómeno. Contactos que se han intensificado en torno a la situación de Santiago Maldonado, cercano a las comunidades ligadas a RAM.
Las pistas en torno a la articulación de los mapuches de ambos países están presentes, incluso, en la red. A fines de agosto, por ejemplo, el portal Mapuexpress.org publicó una declaración firmada por entidades indígenas argentinas, donde se desacredita la alarma por las acciones de RAM y se alude al "gran proceso de reencontrarnos como una sola nación" con los miembros chilenos de la etnia.
Hasta en las calles han surgido trazas de la ligazón. Como pasó hace unos días en Valparaíso, donde, a solo una cuadra del Congreso, aparecieron unos carteles con la foto de Santiago Maldonado. Mismos letreros en que se lo cataloga de "detenido desaparecido por el Estado argentino, en complicidad con el Estado chileno".
Creen que conflicto se "importó" desde Chile
Junto con ello, las propias víctimas de la violencia en la Patagonia trasandina han tomado nota del nexo. Algunas de ellas están convencidas de que el conflicto llegó a su país "importado" desde La Araucanía. Sin ir tan lejos, otras creen que a lo menos hubo una "imitación" de lo que pasaba en Chile. Hay, a la vez, quienes visualizan una amenaza: que los extremistas del vecino país intensifiquen su accionar hacia el futuro, en la medida en que superen el "retraso" que llevan respecto de los grupos de la IX Región y sus alrededores.
En esos análisis pesa el parecido que ven entre la espiral que se ha dado en las provincias de Río Negro, Chubut y Neuquén (también afectada por el fenómeno) y el itinerario observado en el lado chileno, donde los atentados se iniciaron hace 20 años.
Como en La Araucanía, el conflicto argentino empezó a perfilarse a partir de ocupaciones. "Tomas" de estancias y predios por...
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