Las complejas negociaciones que marcaron la cumbre de Prosur en La Moneda - 24 de Marzo de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 773767149

Las complejas negociaciones que marcaron la cumbre de Prosur en La Moneda

Hace una semana, cuando ya se consideraba asegurada la realización de la cumbre presidencial de Prosur, el Presidente Sebastián Piñera le hizo a su jefa de gabinete, Magdalena Díaz, y a su asesor en política exterior, Benjamín Salas, una petición poco usual."Necesito que me busquen una mesa republicana para la cumbre", les dijo.En ese momento, ambos comenzaron a pensar en una opción. Y decidieron encargarles a los carpinteros de La Moneda la tarea de hacer una mesa redonda. Ellos, hasta el jueves en la noche continuaban arreglándola, en el Patio de los Naranjos, para dejarla impecable.Ese tipo de detalles fueron una muestra de cuán importante era para el Presidente la cumbre, la culminación de un proyecto personal de liderazgo en Sudamérica, pensado desde el principio de su gobierno y al que le puso dedicación especial hasta la madrugada del jueves.La tarde del viernes, tras haber reunido a seis mandatarios latinoamericanos en La Moneda y a todos los representantes de la región, el mandatario realizó un balance personal que dio cuenta a través de un breve WhatsApp al teléfono del ministro Roberto Ampuero."Gran trabajo con Prosur. Éxito total. Felicitaciones al equipo y muchas gracias por un trabajo bien hecho. Por favor reenviar este mensaje al resto del equipo", decía el mensaje.Los análisis de La Moneda y la Cancillería apuntaban a que la cumbre de Prosur, que los analistas consideran como una de las apuestas internacionales más audaces del Presidente, había logrado pasar al menos cinco vallas: terminar con 5 años de statu quo en la región, convocar a todos sus representantes, sentar las bases de una nueva entidad, encargar a los cancilleres la construcción de los estatutos y que en la Declaración de Santiago se mencionara explícitamente el agradecimiento de los presentes a Piñera por la iniciativa.La carta de Evo MoralesPara llegar a la cumbre en La Moneda habían pasado 11 meses de negociaciones. En abril del año pasado, Piñera había esbozado por primera vez -en la Cumbre de las Américas- la idea de poner fin a Unasur, la entidad que hace cinco años que no sesiona y que fue impulsada por Lula da Silva y Hugo Chávez (ver recuadro).Ahora estaban sentados en una misma mesa los presidentes de Argentina, Perú, Brasil, Paraguay, Ecuador y Colombia, más los vicecancilleres de Uruguay y Bolivia y diplomáticos de Surinam y Guyana.Uno de los discursos que llamaron la atención fue el de la vicecanciller boliviana, Carmen Almendras, quien procedió a leer una carta escrita de puño y letra por el Presidente Evo Morales. En el texto, el mandatario explicaba que su país rechaza que todo lo hecho por Unasur fuera negativo, detallaba que tenía esperanzas de reflotar ese proyecto continental y, aunque agradecía la invitación, afirmó que no acompañaría la declaración.Parte de la alocución de la vicecanciller apuntó a Venezuela, lamentando que exista un país ausente en el encuentro. El Presidente Piñera, que inauguró la jornada, también había abordado la situación del régimen de Nicolás Maduro: dijo que no se trataba de una democracia, pero pidió dejar "una puerta abierta" a esa nación. Macri fue más duro: expresó que la crisis en ese país le ha hecho mucho daño a la región. Incluso, durante el almuerzo, muchos notaron con sorpresa que varios cancilleres y embajadores se levantaron de sus mesas. Estaban acordando una declaración conjunta en rechazo a la prohibición de China a otorgar una visa de acceso al país al representante del gobierno encargado de Juan Guaidó en el BID, Ricardo Haussman.La cumbre, sin embargo, estuvo lejos de estar marcada por la crisis en Caracas.La reunión se había dividido en dos bloques. En el primero, cada uno de los presentes entregó su visión general sobre la integración sudamericana. Fue la situación de Unasur la que entonces acaparó el debate."Aprendamos del pasado sin quedar atrapados en el pasado", dijo el Presidente Piñera, quien sostuvo que el camino de Unasur no era viable. Recalcó, sin embargo, que no se trataba de crear un grupo de carácter ideológico, como criticó la centroizquierda chilena.Todos los presidentes coincidieron en sus intervenciones en un punto: la creación de una organización...

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