Compacidad y densidad de las ciudades espanolas. - Vol. 42 Núm. 127, Septiembre 2016 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 649707377

Compacidad y densidad de las ciudades espanolas.

AutorGarcia, Fernando
CargoEnsayo

RESUMEN | Las caracteristicas espaciales de las ciudades resultan decisivas en los principales problemas urbanos: la calidad de vida, la movilidad, el consumo energetico y de materiales, etcetera. Para describir el crecimiento de las ciudades, la compacidad y la densidad se han convertido en dos de los valores mas funcionales, y pueden ser calculados a traves de las principales bases de datos de coberturas del suelo en Espana: Corine Land Cover y SIOSE. El analisis de los rangos de estos valores para distintos tipos de ciudades permite caracterizar la forma de las ciudades espanolas, comparando sus diferencias. A partir de esta definicion espacial, se abre la posibilidad de estudiar el efecto de la forma de la ciudad en los distintos problemas y retos a los que se enfrenta la sociedad urbana.

PALABRAS CLAVE | morfologia urbana, expansion urbana, indicadores ambientales.

ABSTRACT | The spatial characteristics of cities are crucial in major city problems, including quality of life, mobility, energy and material consumption, etc. To describe the cities sprawl, compactness and density have become two of the mostfunctional values, and can be obtained through the main land cover databases in Spain: CORINE Land Cover and SIOSE. The analysis of the ranges of these values for different types of cities allows us to characterize the form of the Spanish cities and compare their differences. This spatial definition opens the possibility of studying the effect of the shape of the city in the various problems and challenges facing urban society.

KEYWORDS | urban morphology, urban sprawl, environmental indicators.

Introduccion (1)

El crecimiento de la poblacion urbana en Espana desde inicios del siglo xx ha sido espectacular. A principios del siglo pasado, apenas un tercio de la poblacion vivia en nucleos de mas de 10.000 habitantes, un porcentaje que se ha incrementado hasta el 80% segun el ultimo Censo de poblacion, correspondiente al ano 2011. Son 110 anos en los que la base rural de la estructura demografica ha dado paso a una sociedad primordialmente urbana, en la que mas de la mitad de la poblacion se concentra en ciudades mayores a los 50.000 habitantes, frente a la sexta parte que lo hacia en 1900.

Este proceso de urbanizacion es un fenomeno global. Segun Naciones Unidas (Bellet & Llop, 1999), en 1950 el 29% de la poblacion del planeta, unos 734 millones de personas, vivia en ciudades; y en 1994, este porcentaje llego a un 45%, 2.500 millones. A pesar de que el calculo de estas cifras es fragil, se considera que entre 40% y 55% de la poblacion actual vive en asentamientos urbanos y la prevision es que en las primeras decadas de este siglo se alcance el 60% de poblacion en esas condiciones. Estos valores se ven notablemente aumentados si nos centramos en un entorno mas reducido y proximo, como la Union Europea, en el que se calcula que el 68% de la poblacion vive ya en entornos urbanos (European Commission, 2011).

El crecimiento de las ciudades ha estado acompanado por fuertes cambios en sus caracteristicas espaciales, un proceso tendiente a la configuracion de un modelo cada vez mas disperso del territorio. En el estudio a nivel mundial de Angel, Parent, Civco y Blei (2011) se detecto que el crecimiento de la poblacion en el siglo xx fue del 1,6% anual, mientras que el aumento del uso del suelo fue del 3,66%, produciendo una caida general de la densidad. Las ciudades europeas, si bien mantuvieron su historica compacidad hasta mitad del siglo xx, a partir de entonces se expandieron una media de 78%, pese a que la poblacion solo aumento un 33%. Ademas, se ha observado que se trata de un fenomeno generalizado, de parecida intensidad independientemente de la densidad de poblacion previa de cada ciudad y que incluso se mantiene en las zonas donde la poblacion desciende (European Environment Agency, 2006).

En Espana, las superficies artificiales se estiman en un 1% (Angel et al., 2011), distribuidas de forma irregular en el territorio con una concentracion dominante en el area metropolitana de Madrid y en el anillo litoral, que se hace mucho mas intensa en el arco mediterraneo. La evolucion de la morfologia de las ciudades ejemplifica el cambio de modelo urbano, que, a pesar de las caracteristicas locales de cada caso, puede generalizarse en fases descritas ya en varias ocasiones (Capel, 1975; Teran, 1982; Azcarate et al., 2010). Hasta la mitad del siglo xix, el crecimiento urbano se realizo en continuidad con el centro historico. A partir de ese momento, las ciudades iniciaron su industrializacion, surgiendo, en muchos casos, una pequena proporcion de nucleos obreros de baja densidad mas o menos perifericos. Pero la verdadera explosion en superficie no llegaria hasta las decadas de los sesenta y setenta del siglo xx, con una economia favorable y una fuerte inmigracion rural. Estos anos fueron el primer periodo de dispersion de las ciudades espanolas, que se veria frenado en los ochenta por la crisis economica, lo que permitio incluso emprender operaciones de cosido de los tejidos inconexos (Moya, 1983). El cambio de siglo trajo el segundo periodo de dispersion, dominado por dos modelos: una periferia urbana que padecia de un sobredimensionamiento del espacio publico, y una periferia suburbana de baja densidad que se aprovechaba de la gran expansion de las infraestructuras (Lopez de Lucio, 2007; Farina & Naredo, 2010).

A este reciente modelo urbano disperso se le ha diagnosticado una serie de problemas que afectan la sostenibilidad general del planeta: elevado impacto ambiental, segregacion social, incremento de los desplazamientos, ineficiencia economica, etcetera. Por ello, los organismos internacionales han establecido el objetivo de frenar la dispersion, potenciando los modelos de ciudad compacta con menos consumo de suelo, proposito incluido explicitamente en la Carta de Aalborg de 1994, la Declaracion de Hannover del 2000, la Vision Aalborg +10 de 2004 y la Carta de Leipzig de 2007.

En la resolucion de estos problemas, las caracteristicas espaciales de la ciudad resultan clave, siendo la densidad el valor mas empleado. Esta mide habitualmente la cantidad de poblacion o de superficie construida por unidad de superficie, por lo que en su calculo es necesario conocer tambien la extension de la superficie urbana, otra de las preocupaciones que plantean los nuevos modelos urbanos. Asi, la densidad se ha utilizado como referente para el estudio de la movilidad y la accesibilidad (Masnavi, 2000; Navarro & Ortuno, 2011; Webster, 2010;), de la calidad de vida (Burton, 2000; Font, 2007; Garcia, 2012; Uytenhaak, 2008), del consumo energetico y la sostenibilidad de las ciudades (Navarro & Ortuno, 2011; Owens, 1986; Thinh, 2002; Williams, 2000), etcetera.

Sin embargo, y tal como ya se venia observando en la arquitectura desde los anos treinta (Gropious, 1930), la densidad es insuficiente para determinar la configuracion del espacio urbano. Por ello, paulatinamente se ha ido incorporando una variable que permite evaluar la apertura del espacio libre o, lo que es equivalente, la compacidad de la distribucion del espacio construido. Este valor es de caracter puramente espacial, y mide la relacion entre la superficie ocupada y la total. Si para la arquitectura la compacidad permitia establecer relaciones claras con las tipologias arquitectonicas (Berghauser & Pont, 2009; Kickert, Berghauser & Nefs, 2014; Martin & March, 1973; Steadman, 2014), en la escala de ciudad la compacidad, definida de formas diversas, ha servido para evaluar propiedades de la configuracion espacial como la proximidad, la centralidad o la fragmentacion (Angel et al., 2010; Farina & Naredo, 2010; Goerlich & Cantarino, 2012; Lopez de Lucio, 2007). Se trata de valores que no solo reflejan las caracteristicas formales, sino que estan intrinsecamente ligados al modo de vida que se desarrolla en las ciudades (Goerlich & Cantarino, 2012). La densidad y la compacidad son indicadores de la intensidad y la concentracion de actividades, aspectos esenciales en el modelo urbano disperso.

Este articulo muestra una metodologia para el calculo de estos valores en el caso espanol, senalando sus limitaciones. Posteriormente se realiza una lectura de los resultados por separado y en conjunto, caracterizando la densidad y la compacidad de las ciudades espanolas.

Metodologia

Aunque los estudios existentes permiten cuantificar los usos del suelo, junto con las densidades y, con menor frecuencia, la compacidad, estos valores no son empleados de forma conjunta para la comprension de las caracteristicas espaciales de las ciudades. A la inversa, la metodologia aplicada en el estudio que aqui se recoge permite obtener los valores pertinentes de manera que puedan combinarse posteriormente, para lo cual se emplean bases de datos de coberturas de suelo y de poblacion ya existentes. Los proyectos gubernamentales a los que corresponden estas bases de datos de acceso libre tenian el proposito de actualizar la informacion periodicamente para crear series temporales. No obstante que el cumplimiento de esos objetivos esta siendo irregular, el uso de estas fuentes deja abierta la posibilidad de realizar un seguimiento temporal de los valores.

El primero de los parametros buscados es la densidad, definida habitualmente como el cociente entre un numerador referido principalmente a viviendas, habitantes o superficie de suelo construida, y un denominador que, en la mayor parte de las ocasiones, es la superficie del terreno que se analiza (Boyko & Cooper, 2011). En este caso, se empleara la densidad de poblacion bruta en el area urbana, es decir, el numero de habitantes por unidad de superficie.

La compacidad, el segundo de los parametros empleados, se define en este trabajo como el porcentaje de superficie del terreno ocupada por la edificacion. La compacidad puede tambien considerarse como un tipo de densidad que expresa la relacion entre el espacio construido y el no construido. (2)

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