'La cocina me ha servido para ser libre' - 19 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 591825494

'La cocina me ha servido para ser libre'

De repente, un taxi frena a su lado.

-!Dale, Maylin¡- le grita el conductor y toca la bocina.

Ella se ríe y lo saluda.

Acaba de salir, como todos los días, del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín: el lugar donde cumple reclusión nocturna. Es otro día menos en la condena de 10 años que debe cumplir por un robo con violencia en Vallenar, su ciudad de origen.

-Yo decía que nunca iba a estar en la cárcel, pero salí a carretear y me arrepiento todos los días por eso -dirá Maylin antes de contar su historia completa.

Afuera la está esperando el auto que la llevará hasta los estudios de Canal 13. Tiene que grabar otro capítulo de MasterChef, donde es una de las participantes favoritas. En el camino explica que anoche no durmió bien, que estuvo pensando en uno de los platos que cocinó en el programa. Esos porotos con mazamorra que el jurado le alabó, pero que, según ella, no estaban perfectos.

-Les faltaba sal -dice, y luego comenta:

-A mí me gusta que el sabor quede bien. Me da rabia cuando me equivoco en esas cosas. Una oportunidad así no la puedo perder.

Para Maylin los detalles, dice, son importantes. No por nada pasó de platos caseros como el charquicán con queso de cabra que fue destacado en el programa, a otros que, han dicho los jueces, más parecen obra de una pintora, que de una cocinera que ha aprendido a fuego lento y a contrapelo en la cárcel.

Diversión y el error

Desde que empezó el programa, esta vallenarina captó la atención de la audiencia por su historia. Segunda de tres hermanas, luego de la separación de sus padres vivió intermitentemente en los dos nuevos hogares. Pero la mayor parte del tiempo estuvo con su padre: Juan González, quien era guardia en un local nocturno y llegaba de madrugada a su casa en el centro de Vallenar, para despertar a sus hijas, vestirlas y peinarlas para mandarlas a la escuela.

A los 12 años, dice, tiene su recuerdo más vívido de la cocina. No es agradable: freía sola su primer bistec, el sartén se prendió y le saltó aceite en la cara. A los 13 volvió a vivir con su madre, quién estaba en Antofagasta. Marcela Ossandón entonces trabajaba haciendo colaciones para venderlas en la calle. Maylin la ayudaba a preparar las cazuelas y el pollo arvejado.

-A las primeras que les cociné en serio fue a mis amigas, cuando volví a Vallenar un año después. Nos juntábamos a carretear y siempre yo era la que hacía la cazuela del día siguiente, pal' hachazo.

Con esas mismas amigas fue por primera vez a la discoteca. Tenía 16 años. En esa época, recuerda, dejó de estudiar: llegó solo hasta primero medio. Después la cocina también dejó de tener protagonismo.

-Era puro carrete -dice, y luego agrega:

-Tomaba, salía con mis amigos. Y eso era justamente lo que no le gustaba a mi papá, que yo fuera buena para carretear.

Maylin reconoce que consumió drogas. El 17 de julio de 2007, según consta en el informe de la audiencia de control de detención del Juzgado de Garantía de Vallenar, fue detenida por portar pasta base...

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