La ciudad rayada: ¿Cómo cuidar nuestras murallas?
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¿Cuál es su visión del problema?
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¿Qué causas identifica usted como explicación del fenómeno?
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¿Cómo pueden actuar la autoridad y la comunidad frente a este asunto?
Francisco Brugnoli: "Expresión irreflexiva"1. "Mi visión es pesimista. Se trata de un problema de profundidad social y cultural, de efecto grave, por afectar el patrimonio ciudadano y el imaginario colectivo. Incrementa esta gravedad el que estos rayados son realizados desde la autojustificación de ser expresiones artísticas".
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"El concepto de patrimonio es complejo, en primer lugar por su misma palabra, cuyo sentido convoca la imagen del padre, su herencia, como parte de lo que entendemos por cultura. Si lo que vemos carece de sentido, entonces carece de valor, lo que nos lleva a la realidad de una educación carente y segmentada socioculturalmente. Un sector del país sencillamente no sabe el significado de la palabra, o no conoce lo suficiente de cómo se construyó o se está construyendo su ciudad y la nación. Entonces una carencia de padre, coincidente con una pérdida de memoria, sacrificada por el presente del vértigo consumista. Esto no solo afecta a los sectores más marginales de la ciudad, sino también a quienes la renuevan, y no solo por su desparpajo demoledor, también por incrementar la densidad sin aumento proporcional de zonas de recreación o de veredas y tránsito de vehículos. La ciudad se convierte en una suma de muros que comprimen la vida del habitante, quien manifiesta su rechazo. Un paisaje pintado en un muro implica su demolición virtual, me parece interesante, pero los rayados o 'tag' serían pura expresión irreflexiva. Un gesto sin palabra, que no nombra, y esto proyectado colectivamente como contracultura positiva señalaría el deseo de destrucción de la ciudad que nos comprime inhumanamente".
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"La respuesta no puede ser sino obvia. Una revisión crítica de la educación que reciben nuestros niños y la población en general, y a través de ella el conocimiento de la ciudad y su historia, incluyendo los proyectos utópicos de la ciudad en general, ellos expresan el deseo de otra posibilidad. Por otra parte, ampliando las facultades del Consejo de Monumentos Nacionales hacia el mantenimiento del patrimonio, siendo impulsor de políticas nacionales de preservación e inclusión de obras recientes, con esto indicando que el padre sigue vivo y proveyendo herencia. Pero también ampliando más allá la mirada, como incremento de lugares y edificaciones que guardan memorias importantes para distintos sectores de la ciudad. No existiendo una solución de corto plazo, solo nos queda proteger explicando y divulgando su por qué".
Francisco Brugnoli es director del Museo de Arte Contemporáneo, MAC.
Cecilia Bravo: "Es el síntoma de una sociedad segregada"1. "Es un abanico de acciones con motivaciones muy distintas, desde el rayado por vandalismo y el marcado de territorio, hasta las manifestaciones de arte callejero y las intervenciones de arte público. Los dos primeros los rechazo enérgicamente, dado que son síntomas de una sociedad segregadora, con escasa educación y valoración de su patrimonio. Afean la ciudad e implican altísimos costos para las instituciones que nos encontramos expuestas. Además motivan ideas como la colocación de rejas, alarmas y todo tipo de acciones que aumentan el sentimiento de exclusión.
Del otro lado, el arte callejero, muchas veces ilegal, es una forma de expresión que busca conmover, reflexionar, incomodar, jugar o aportar con una visión propia. Muy cercano están los murales o el arte público que, con autorización, hacen que el arte se apropie de la ciudad. Estas expresiones son el pulso de lo que está sucediendo, y como manifestaciones se demoran en llegar a los espacios de los museos. En el MAVI, por ejemplo, nos rayaron una vez con esta frase: 'El arte está en la calle'. Lo que sucede en la ciudad es lo más contemporáneo, es un arte espontáneo que cuestiona al...
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