Cinco prioridades para la educación escolar tras la pandemia
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1. LA NECESIDAD DE SEGUIR PROMOVIENDO UN
SISTEMA DE PROVISIÓN MIXTA
En la última década, el sistema educativo ha sido objeto de una ofensiva
constante por parte de un sector que busca imponer un modelo de provi-
sión que contrasta con lo construido a lo largo de nuestra historia, buscan-
do excluir la participación de privados y monopolizando dicha labor en el
Estado. Ello, no obstante, colisiona con las preferencias que manifiestan
las familias chilenas: en 2021 el 65% de los estudiantes asistía a un esta-
blecimiento escolar no estatal y 7 de cada 10 postulantes que participaron
del proceso de admisión escolar eligieron un colegio particular subvencio-
nado en lugar de uno estatal como primera preferencia.
Así, no extraña que una mayoría haya rechazado la propuesta constitucio-
nal que imponía una amenaza al desarrollo y continuidad de la educación
particular subvencionada y en general de proyectos distintos al estatal, así
como también a la posibilidad de que las familias chilenas pudieran acudir
a ellos en virtud del financiamiento público disponible. Ahora, es de espe-
rar que en adelante se termine con la infructuosa disputa entre lo público
y lo privado para, en su lugar, aceptar la naturaleza mixta de nuestro siste-
ma educativo. Solo desde ahí podremos avanzar en sus múltiples desafíos
y así mejorar las oportunidades, la equidad y la calidad de la educación
que este ofrece.
Una de las implicancias de ello tiene que ver con renunciar a la idea de alte-
rar el sistema de financiamiento vía subvenciones en orden a priorizar a
quienes asisten a un establecimiento estatal. Ello es una discriminación del
Estado a familias que ejercen su derecho a elegir cómo educan a sus hijos.
Y si bien esto no significa que los mecanismos de financiamiento no puedan
ser mejorados para facilitar una mayor eficiencia en el uso de los recursos,
es hora de dar por concluida la dañina pretensión de imponer un modelo
que, por la vía de un financiamiento basado en la naturaleza del estable-
cimiento, genere inequidades en el trato a estudiantes de igual condición.
Tras dos años de pandemia y del
cierre forzoso de los establecimientos
educacionales, los estudiantes comienzan
a retornar a la presencialidad. Esta mayor
normalidad en la educación obliga a volver
a destinar esfuerzos para perfeccionar
nuestro sistema educativo con el objetivo
de mejorar los aprendizajes y de que sea
una herramienta de movilidad social. En
esta sección revisamos los cinco puntos de
los que urge hacerse cargo en materia de
educación escolar.
Cinco prioridades
para la educación
escolar tras la
pandemia
Educación:
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EN CONCRETO
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