Una cerveza en la cumbre - 12 de Junio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 906184282

Una cerveza en la cumbre

Hay gestos, deslices, errores que, como si se tratara de un resumen o un ejemplo, revelan la totalidad de lo que la subjetividad oculta incluso a sí misma.Es el caso del gigantesco lapsus en que incurrió el Presidente Boric: en tono encendido, como revelando algo que nadie se atrevería a poner de manifiesto -salvo él-, se quejó de que los Estados Unidos de América no se sumaban al acuerdo de protección de los océanos. Instó entonces a las grandes potencias, entre ellas a EE.UU., a hacerlo.La escena no podía ser mejor: !un joven líder desafiando al imperio¡Salvo por un detalle.Estados Unidos se había sumado al acuerdo y entre quienes acompañaban a Boric mientras peroraba contra la falta de compromiso de EE.UU., estaba nada menos que John Kerry quien miraba desconcertado la escena y se preguntaba a qué venía todo eso si EE.UU. apoyaba la iniciativa y con su presencia quería, además, subrayarlo. Pasado el pasmo, y en alusión al ligero encuentro de Canadá, Kerry preguntó irónico: ¿y dónde están las cervezas? ¿Acaso él no merecía que Boric se comportara como lo había hecho con Trudeau a pesar de que este último apoya el maléfico (a juicio del Frente Amplio) TPP11?¿Qué pudo ocurrir para que el Presidente, quien hasta ese momento había hecho un buen papel, tuviera un tropiezo de esa magnitud?No es fácil dilucidarlo. Especialmente si se tiene en cuenta que la mínima diligencia de cualquier partícipe en una conferencia semejante (más aún si el partícipe no se representa a sí mismo) consiste en informarse de qué se trata, quiénes estarán en la reunión, y qué piensan o qué han dicho. Y cualquier persona, incluso un palurdo, habría preguntado quiénes estaban de acuerdo con lo que se propondría, quiénes no, y por qué. Y lo razonable es pensar, o creer, o desear, que el Presidente Boric recibió esa información en un memo, o verbalmente, o preguntó por ella antes de la reunión o sin que lo preguntara se lo hicieron saber. En suma, lo razonable es pensar que sabía (si no sabía la cosa sería más grave). No, no hay duda, sabía, debió saber. Si no sabía, ni quiso saber, si presumió saberlo y no sabía, rondaría la negligencia.Así que no cabe duda de que sabía o le dijeron. Y lo que ocurrió es que, sentado allí, al lado de Kerry, simplemente lo olvidó.Pero en tal caso, ¿por qué lo olvidó?La única explicación posible es que el inconsciente del Presidente Boric fue el que habló.Allí, en los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR