Carpintero confiesa haber asesinado a Viviana Haeger por encargo del esposo de la víctima
Ante Naín Lamas, fiscal que investiga la causa por la muerte de la contadora puertovarina, "reconoció autoría por un pago ofrecido", dijo el persecutor al término de la audiencia de detención realizada ayer.
Según el carpintero, fue el esposo de la víctima, el ingeniero civil Jaime Anguita (58), quien le ofreció $5 millones por cometer el crimen. Finalmente, solo le habría pagado dos.
La contadora puertovarina fue encontrada muerta en una gatera de su casa, 42 días después de que fuera dada por desaparecida, el 29 de junio de 2010.
Cinco horas después de la detención de Pérez, efectivos de la PDI, con una orden judicial, aprehendieron en su domicilio a Jaime Anguita, como presunto inductor de la muerte de su esposa.
Haeger era madre de dos hijas, tenía 42 años y no tenía "ninguna razón para suicidarse", de acuerdo a lo que declaró su madre, Delia Masse, luego de su desaparición. Los Masse restaron siempre validez al resultado del primer informe de autopsia del Servicio Médico Legal, que apuntó a que Viviana murió intoxicada por ingesta de un herbicida.
La noche del 10 de agosto de 2010, cuando apareció el cuerpo, Delia Masse responsabilizó públicamente a su yerno.
Cinco años después, se produce la confesión de Pérez ante el fiscal Lamas, en la cual afirma haber trabajado en la constructora de Anguita. Dijo también que conocía a la víctima: "Había hecho trabajos en su casa".
Respecto del motivo de Anguita para asesinarla, el presunto sicario citó problemas maritales, de los que él había sido testigo, aseguró a Lamas.
Socios y amigos del ingeniero. que llegaron ayer al tribunal para "apoyarlo", negaron que Pérez tuviera algún vínculo con la empresa, e incluso conocerlo.
El carpintero asegura que él hizo la llamada desde una central telefónica a Anguita para simular el secuestro el día que Viviana desapareció, e incluso el dependiente de ese centro recordaba que era calvo y hasta se hizo un retrato hablado de él.
Se da así un nuevo vuelco a un caso que ya se indaga por cinco años y que ha causado controversia por los errores cometidos en el proceso, como que un equipo de la PDI haya esperado, día y noche, más de dos semanas en el mismo domicilio donde aparecería el cuerpo, a que se contactaran presuntos secuestradores. Ello obligó a la designación de un equipo especial de la PDI.
Finalmente, fue la versión de una mujer que estaba en detención preventiva y tenía contacto con otra interna del penal de Alto Bonito, la que condujo al carpintero.
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