Capítulo VI: Robo de automóvil
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DELITO,DERECHO Y SOCIEDAD. CAUSAS SOCIOLÓGICAS DEL DELITO
CAPÍTULO VI
ROBO DE AUTOMÓVIL
Después de haber investigado exhaustivamente varios delitos, el profesor R. M.
Perkins llega a la conclusión de que el robo de automóviles «constituye el problema
más agudo entre los delitos carentes de adecuado tratamiento que analizamos en este
estudio... [En] el robo de automóvil qued a al descubierto un asunto que parece exigir
un estudio especial»1. Aparte de la significación particular de esta materia, el hurto
de automóvil comprende otros tipos de adquisición ilícita de la propiedad ajena y
revela características importantes de las instituciones jurídicas. Por lo demás, hemos
ya llegado a un punto en este libro en que pueden ser más efectivamente ilustradas
las indicaciones explícitas sobre métodos y el plan conceptual utilizado, por ejemplo,
en las subdivisiones de este capítulo y los tópicos que analizamos. Un estudio del
robo de autos se presta muy eficazmente para ese objetivo.
I.El problema social
El problema social del robo de automóvil depende de los siguientes factores:
1.La fr ecuencia del delito.
2.La pérdida financi era que s ufren los damnificados y las personas que
inocentemente compran los automóviles robados.
3.El costo del seguro contra robo.
4.La ecología de este delito, vale decir, la ubicación y los límites espaciales
de la conducta crimina l.
5.La existencia y las proporciones de un mercado para la colocación de las
cosas robada s (automóviles y accesorios), y sus repercusiones sobre las actividades
de los comerciantes legítimamente establecidos y otros interese s.
6.El uso que se d a a los automóviles robados que no se revenden, especial-
mente para la comisión de graves delitos, y la repercusión que tiene, en general,
sobre el alcance, la velocidad y el descubrimiento del delito.
7.A todo lo cual deben agregarse varios efectos sutiles y nocivos de este
tipo de conducta criminal, que es imposible de determinar exactamente, pero que el
sentido común puede llegar a apreciar.
1PERKINS,Iowa Criminal Justice, en «Iowa L. Rev.»(1932), t.17, suplemento d el nº 4, p. 66.
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JEROME HALL
1. Características especiales del automotor que favorecen su robo
El robo de automóvil es un problema cuya aparición recuerdan muchas perso-
nas que en la actualidad viven. La rapidez y la magnitud del cambio tecnológico es
el hecho más sorprendente con respecto a l automóvil. En 1895 había 4 automóviles
en los Estados Unidos; en 1900, 8.000; en 1905, 77.400, y hacia 1910 casi medio
millón. En 1 929, más de 23.000 .000 de automóviles y casi 3.500.000 camiones habían
sido patentados en los Estados Unidos. En 1941 existían 29.524.101 ¡automóviles. La
cantidad declinó durante la guerra, pero luego se elevó a 30.718.852 en 1947. En
1948 había en los Estados Unidos 33.261. 454 automóviles2, y en 1950 ya habían
sobrepasado los 40.000.000. Su misma cantidad es el primer factor que hace posible
su robo en gr an escala.
Otro factor se relacio na con e l va lor relativamente alto de este objeto por
unidad3. Acero, elementos de fundición, maquinaria y petróleo ocupan mucho lu-
gar o son demasiado pesados para que puedan sustraerse en gran cantidad. La carne
y productos semejantes son perecederos. Los automotores nosolo tienen una dura-
ción prolongada; no solo representan un valor considerable por unidad. Se mueven
sobre sus propias rueda s. ¿Cabría sorprenderse de que sobresalgan entre los ele-
mentos que conf orman el problema del rob o e n n uestros tiempos, así c omo el
ganado constituía la principal preocupación de los ingleses primitivos? Agregúese
el hecho de que el auto se deja abandonado en las calles, como ocurría antes en el
oeste con el ganado que se mandaba a pastorear. El automóvil se ha convertido así
en el objeto más indicado para el robo moderno en gran es cala.
No para aquí la cosa. El mismo vehículo sustraído constituye a la vez el medio
que utiliza el ladr ón para escapar. Quien roba en una residencia o se introduce en
un depósito o local de negocio, debe procurarse sus propios medios para escapar
con el botín. Además, personas de toda clase conducen automóviles. Una persona
que lleva consigo tapados de piel o cuadros llama la a tención; pero la persona que
maneja un automóvil o un camión carg ado de mercaderías no causará más sorpresa
que si caminara con un paquete de joyas.
Relacionado con esa s cir cunstancias, debe mencionarse el hech o de que el
robo de automóviles tiene importancia fundamental como elemento integrante del
equipo necesario para la comisión de delitos muy graves 4. El mayor Goddard, un
2«Facts and figures of the automobile industry» (1949).
3En el censo industrial de 1929, la industria automovilística aparece en primer lugar por el valor de
la produ cción, que era aproximadamente de cuatro mil millones de dólares. La produ cción de
carrocerías y repuestos estaba valuada en una cifra adicional de mil quinientos millones de dólares.
Id. (1932), p. 55.
Valor de las cosas robadas, según los diversos delitos, en 1949(según estadísticas provenientes de 346
ciudades con más de 25.000 habitantes, con una población total de 37.480.886 habitantes. Todas las
cifras han sido redondeadas).Valor promedio
Clasificaciónpor delito
Robo .............................................................................................172 dólares
Hurto con agravantes ..................................................................116 dólares
Hurto simple.................................................................................56 dólares
Robo de automóvil ......................................................................835 dólares
Fuente: «Unif. Cr. Rep.» (n° 2, 1949), t. 20, p. 110, cuadro 43.
4Que esto no sucede exclusivame nte en los Estados Unidos l o demuest ra un artículo deL.W.
LOCKHART, publicado en el «New York Times», del15 de febrero de 1933.Afirma al respec to:
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DELITO,DERECHO Y SOCIEDAD. CAUSAS SOCIOLÓGICAS DEL DELITO
experto en balística, asegura que el automóvil es mucho más importante que el
arma de fuego en la realización de actividades delictivas5. Las razones son eviden-
tes: el automóvil acelera el desplazamiento de los delincuentes; la posibilidad de
causar una sorpresa efectiva se acrecienta diez veces; el tiempo necesario para co-
meter el delito se reduce a segundos; las armas que se emplean pueden ocultarse; la
huida es instantánea y no llama la atención; el lugar del delito puede encontrarse
hasta a centenares de millas d el punto de partida de los delincuentes. Es imprescin-
dible que el proceso de investigación y captura se acelere mucho en comparación
con el que se aplicaba en la era preautomovilística, y que el área de búsqueda se
amplíe en con secuencia. Así, las características peculiares del automóvil contribu-
yen in dudablemente a aumentar la gravedad del robo de este elemento como pro-
blema social6.
2. La frecuencia del robo de autos
Cuando se trata de hacer inteligibles los problemas sociales, el uso e xclusivo
de métodos cuantitativos deja casi siempre mucho que d esear. Nosolo los datos
que se consiguen son incompletos, sino que con mucha frecuencia se efectúan pre-
sunciones encubiertas e infundadas. Pero esos datos pueden ser útiles en la elucida-
ción de factores importantes. Así, por ejempl o, si bien sabemos que los autos se
roban en gran c antidad y que el número de es os robos sobrepasa a los de otros
objetos, todavía carecemos de una apreciaciónajustada de la magnitud relativa del
delito. Asimismo, es probable que tengamos conocimiento de que gran número de
«Durante mucho tiempo leíamos en Inglaterra acerca de las hazañas de los gánsteres estadouniden-
ses con feliz despreoc upación. Ahora nos hallamos ante una amenaza similar... Con respecto a los
delincuentes más jóvenes, pertenecen a una gene ración predispuesta hacia la mecánica que conoce
los misterios de los motores de combustión interna. Para ellos el automóvil se ha convertido en un
elemento tan esenc ial d el e quipo del l adrón como la g anzúa... Se nos informa que de5. 086
automóviles robados en Londres en un año, 4.86 9 fueron recuperados poc o tiempo después de
desaparecidos, luego de haber sido empleados en la comisión de un hecho ilícito».
Cf. «Aun cuando resulte extraño a primera vista, el uso del automóvil está generalmente subentendido
en la perpetración de d eterminados delitos, como , por ejemplo, en el homicidio, robo, hurto con
agravantes, secuestro, tráfico ilícito de bebidas alcohólicas y luchas entre bandas de delincuentes.
Junto con los bueno s camino s, ha contribuid o a abrir las p equeñas c iudades y la campaña al
delincuente . La motoriza ción de los delincue ntes ha sido uno de lo s fact ores pri ncipales que
incidieron para que la policía se motorizara, a su vez e incorporara adelantos técnicos como la
comunicación por radio y teletipo. Puede hasta obligar a una centralización de la administración
policial sobre áreas muy extendidas en una proporción nunca vista».SUTHERLAND y GEHLKE,Crime
and punishment,en Recent social trends,t. 2, p. 1135.
V. BRUCE SMITH.A regional po lice plan for Cincinnati and its environs. Un interesante estudio acerca de
la importancia de los automotores en la comisión del delito en el área suburbana de Londres se
encuentra enCriminal statistics for England and Wales(1928), ps.XIII y XIV.
5The motor car and crime,en «J. Crim. L. and Criminol.» (1932),t. 22,p. 650.
6Algunos Estados han establecido penas particularmente severas en aquellos casos en que se haya
utilizado automóviles en la comisión de un delito. V.Penal Law of New York,sec. 1944, en «Consol.
Laws» (MacKinney, 1944).
CF.«En Indiana [cap. 32, 1921 (BURNS, 4 Ann. Ind. Stats. 10-4710)] se ha establecido el delito de
bandolerismo en automóvil, que com eten dos o más personas que intentan o tratan de escapar
utilizando un automóvil, avión u otro vehículo que se mueva por sus propios medios, especialmen-
te después de haber cometido un delito mayor. La gravedad del delito se pone de manifiesto por la
pena impuesta, que es de prisión de 10 a 25 años. Una ley sancionada en 1921 en Missouri considera
culpable de delito de robo de primer grado a la persona que utiliza un automotor, ya sea para
ayudar a cometer un robo o facilitar la huida de los ladrones, cualquiera que sea la gravedad del
robo mismo». J. P. CHAMBERLAIN,Automobiles and crime, en «A. B.A.J.» (1925), t. 11, p. 374.
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