Caída en la victimización - 10 de Mayo de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 782392477

Caída en la victimización

Con razón, el Gobierno ha celebrado el quiebre de tendencia mostrado por la Encuesta Nacional Urbana de de Seguridad Ciudadana (Enusc). Según este estudio, la victimización de hogares (es decir, aquellos cuyos miembros declaran haber sido víctimas de delitos como el robo con violencia, hurto, lesiones, robo de vehículos, robo por sorpresa, robo en la vivienda y robo de objetos desde el vehículo) experimentó en 2018 su primera caída luego de cinco años, al llegar al 25,4%, esto es, 2,6 puntos menos que en 2017. Ello significa que el año pasado casi 130 mil hogares menos fueron víctimas de la delincuencia, motivo de legítima satisfacción para el país y que, además, constituye una buena noticia para un gobierno que llegó al poder comprometiéndose a priorizar la seguridad pública. Pero, junto con advertir también los puntos menos positivos del estudio (concretamente, la baja en el porcentaje de quienes, habiendo sido víctimas de un delito, lo denuncian ante el Ministerio Público o la policía), es necesario observar los datos con una mayor perspectiva. Ello, para dimensionarlos adecuadamente y definir las acciones y políticas eficaces en esta materia.En efecto, como han destacado organismos especializados -entre ellos, la Fundación Paz Ciudadana-, una mirada más amplia muestra que, con fluctuaciones, la cifra de victimización se ha movido durante la última década en torno al 25%, exhibiendo una suerte de sorprendente "resiliencia", más allá de todos los esfuerzos desplegados por autoridades de distinto signo y gobiernos. Si se advierte que en el mismo lapso los recursos que el Estado destina a la seguridad pública han crecido a tasas en torno al 7% anual y que además se ha engrosado significativamente la legislación con ese mismo objeto, se trata de un resultado que dista de ser satisfactorio y que obliga a revisar lo que han sido hasta ahora las líneas de acción. En ese sentido, los mismos especialistas han hecho ver que una política de seguridad pública exitosa no puede consistir en simplemente aumentar el gasto en esta materia, manteniendo su misma distribución, como ha tendido a ocurrir en el país. Antes bien, la asignación de los recursos debiera reflejar un enfoque basado en evidencia respecto de las formas más eficaces de enfrentar...

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