Una buena polémica política - 16 de Octubre de 2010 - El Mercurio - Noticias - VLEX 225235010

Una buena polémica política

Así lo entendió ya Aristóteles y le dedicó tratados a su estudio, y así también la controversia regulada, la denominada "disputatio", se convirtió en la forma de aproximarse al saber en las universidades desde el siglo XII hasta hoy.

El diálogo se da en el mutuo saber escucharse. El primer requisito es no desfigurar la argumentación contraria, sino, al revés, procurar entenderla tal como el otro la comprende. Una regla en las antiguas controversias medievales prescribía que a nadie le estaba permitido contestar la objeción de su interlocutor sin antes haberla repetido con sus propias palabras y a satisfacción del otro. Y la razón no era sólo la cortesía, sino que, como hermosamente lo señala Paul Valéry, "lo primero que tiene que hacer quien quiera refutar una opinión es apropiársela un poco mejor que aquel que la defiende". Esa exigencia surge de la convicción de que sólo entendiendo la fuerza de la argumentación contraria y percibiendo tal vez el mínimo acierto que hay en ella se puede elaborar una respuesta persuasiva. Por cierto, escuchar al otro supone, además, un respeto al interlocutor como persona, a su dignidad, lo que incluye a veces gratitud hacia él por el hallazgo que hasta el error envuelve.

Pero las disputas también exigen hablarle al otro, no sólo escucharlo: quien...

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