Brasil paga caro los errores cometidos durante el auge de las materias primas - 24 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 631593422

Brasil paga caro los errores cometidos durante el auge de las materias primas

La actual, sin embargo, no es la crisis brasileña clásica.

Brasil, al igual que muchas economías emergentes durante los años 80 y 90, sufría a menudo de lo que los economistas denominan una frenada brusca, o sudden stop , es decir una interrupción masiva, imprevista y generalizada de los flujos de capitales que ingresan a un país. Una moneda sobrevaluada y la alta inflación socavan la competitividad y alientan el endeudamiento externo. El capital extranjero se fuga, la divisa colapsa y los gobiernos, los bancos y las empresas entran en cesación de pagos de su deuda en moneda extranjera.

La situación actual es muy distinta. El valor del real lo determina el mercado. La inflación ronda 10% y está cayendo. La mayor parte de la deuda está en moneda local. Los bancos son sólidos y las reservas de divisas extranjeras son abundantes y ascienden a US$ 370 mil millones.

Lejos de ser producto de una frenada brusca, la crisis actual es el resultado de años de inversión deficiente, proteccionismo y una regulación excesiva. El auge de los commodities ocultó estos problemas, pero se acabó.

La crisis política gira en torno a sobornos extraídos de la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA, o Petrobras. El verdadero escándalo, sin embargo, es que la riqueza petrolera haya generado beneficios tan escuálidos.

El ingreso per cápita de Brasil, ajustado para tomar en cuenta el poder adquisitivo de la moneda, equivale a 27% del de Estados Unidos, después de haber alcanzado 30% en 2010 y 38% en 1980.

Aunque la crisis de Brasil es particularmente aguda, sus problemas son comunes en muchas economías emergentes, como Rusia y Sudáfrica, que se beneficiaron del auge de las materias primas impulsado por China.

Muchos países en desarrollo emularon el modelo de desarrollo estatal de China, pero por desgracia no hicieron el mismo hincapié en una alta inversión y las exportaciones de manufacturas como motores de la productividad y el crecimiento. Un estudio del FMI entre 18 países, incluidos Arabia Saudita, Bolivia y Ecuador entre 1998 y 2011 halló que en ninguno de ellos la productividad en los sectores ajenos a las materias primas se aceleró durante la época de bonanza.

La inversión pública y privada en China equivale a 43% del PIB. Eso tiene sus desventajas, como un exceso de capacidad y deuda, pero ha generado un crecimiento de la productividad impactante. Brasil, en cambio, invierte demasiado poco, apenas 17% del PIB, incluso menos que otros países latinoamericanos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR