A 10 años de la 'guerra del gas', Bolivia muestra aciertos y tropiezos en su industria energética
A diez años de las primeras manifestaciones de la "guerra del gas", el 20 de septiembre de 2003 (ver recuadro), la industria hidrocarburífica boliviana se encuentra en una nueva etapa, intentando despegar, buscando más competitividad y tratando de captar nuevas inversiones. De hecho, el pasado viernes 13, el Senado sancionó la ley por la que se aprueba el contrato de explotación de hidrocarburos en el área Azero, en el sureste boliviano, que supone la entrada en el país de la petrolera rusa Gazprom, que operará junto a la francobelga Total.
Las dos transnacionales firmaron en agosto pasado un acuerdo con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), según el cual Gazprom y Total explorarán un bloque de más de 700.000 hectáreas, con una inversión de 130 millones de dólares. De esta forma, se unen a una docena de transnacionales, entre ellas la española Repsol, la brasileña Petrobras y la British Gas, que explotan principalmente gas natural y lo exportan a Brasil y Argentina.
Gazprom es la primera empresa rusa que entra al mercado energético boliviano, lo que es una señal de que las inversiones están llegando.
Sin embargo, durante estos diez años la industria hidrocarburífica boliviana ha pasado por luces y sombras.
Entre las primeras se encuentra la nacionalización, con la que Morales ajustó los términos contractuales de 82% a favor del Estado boliviano y 18% para las empresas, un guarismo inverso al que regía entonces.
Morales elogió recientemente los resultados de la nacionalización de los hidrocarburos, que en siete años de vigor dejó, según dijo, ingresos por 19.000 millones de dólares, seis veces más que los generados en el quinquenio precedente. Destacó que con los recursos de la nacionalización petrolera el Ejecutivo boliviano pudo aumentar la inversión pública y aplicar políticas sociales, como la entrega de bonos de asistencia a escolares, mujeres embarazadas y adultos mayores de 60 años.
Pero hay quienes piensan que este "boom" no ha sido por la nacionalización sino por los altos valores de los hidrocarburos en los mercados mundiales. "Hoy vemos, por ejemplo, el barril de crudo a 115 dólares y 11 dólares el millón de BTU (unidad con que se mide el gas), cuando antes del 2006 se vendía a dos dólares", señala a "El Mercurio" Hugo del Granado, experto en energía paceño.
El rol que ha tenido la estatal YPFB en el desarrollo de los hidrocarburos ha sido un tema polémico. Tras la nacionalización sus ingresos crecieron...
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