La era del big data se toma la sofisticada campaña presidencial de Hillary Clinton - 10 de Julio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 644784565

La era del big data se toma la sofisticada campaña presidencial de Hillary Clinton

Informáticos tomados prestados de Silicon Valley, genios estadísticos, expertos en redes sociales y en marketing, encuestadores, sociólogos, geeks , hackers retirados y hasta jugadores de póquer forman parte de los sofisticados equipos de los candidatos presidenciales en EE.UU. a cargo de analizar grandes volúmenes de información para predecir con margen matemático quiénes son los votantes clave: dónde están, cómo persuadirlos, cuáles son sus gustos y si, pulsando la tecla correcta, estarán dispuestos a donar dinero.

Es la era del big data en la política, una tendencia probada con éxito por Barack Obama en su reelección en 2012, y que, por definición, antepone el método científico y el algoritmo testeado antes que la corazonada de algún gurú de campaña; el dato duro y la simulación computarizada por sobre el instinto.

Hoy es Hillary Clinton quien lleva una ventaja clara en esta arista de la carrera presidencial. La candidata demócrata acaba de heredar de Obama una base de datos con alrededor de 20 millones de direcciones de e-mail de electores críticos, ya sea porque viven en los llamados estados bisagra -aquellos que suelen cambiar de color político en cada elección-, porque se ha determinado que son indecisos y podrían cambiar su voto, o porque tienen antecedentes como donantes o voluntarios.

Pero habría mucho más: tras dos campañas altamente tecnologizadas, los equipos del Presidente también habrían compartido con Clinton cientos de terabytes de información sobre los posibles votantes, desde lo básico -edad, sexo, raza, vecindario y registro de votación- hasta lo más detallado: ¿Cuáles son sus hábitos de consumo? ¿En qué grupos participa? ¿Qué tipos de e-mail abre y cuáles no? ¿Facebook, Twitter o YouTube? ¿Game of Thrones o House of Cards?

El objetivo es conocer lo mejor posible a los votantes, en lo que se conoce como "micro-targeting", y hacer cruces de datos con patrones estadísticos.

"La ventaja de una campaña basada en los datos es que permite destinar los recursos más eficientemente. Si tienes buenos datos sobre quiénes son tus adherentes más fieles, no tienes que gastar dinero en avisos para persuadirlos. Además, si tienes buena tecnología, es más fácil organizar los voluntarios y usar bien su tiempo", explica a "El Mercurio" Amelia Showalter, ex directora de Análisis Digital de la campaña de reelección de Obama. "El análisis de datos definitivamente nos ayudó a ganar, aunque nunca sabremos exactamente cuánto. En EE.UU., la gente...

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