Estado de Bienestar en América Latina - 26 de Diciembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 590510830

Estado de Bienestar en América Latina

En los últimos treinta años América Latina ha realizado avances importantes en el ámbito social. De acuerdo con datos de Cepal, mientras en 1990 casi la mitad de la población latinoamericana vivía en pobreza, en 2014 esta se redujo al 28%.

Si bien estos avances fueron inicialmente el resultado de un mayor crecimiento del empleo y salarios reales (como fue el caso de Chile durante los 90), en el curso de la última década estos han sido sustentados por un fuerte crecimiento del gasto social, el que como porcentaje del producto interno de la región pasó de 13,8% en los años 1990 y 1991 hasta 19,1% en 2012 y 2013; mientras que como porcentaje del gasto público total aumentó desde 51,8% a 65,4% en el mismo período. Así, en términos per cápita, el gasto social experimentó una significativa alza desde 565 dólares hasta 1.155 dólares por persona.

Logros sociales y efectos no deseadosEn la práctica, este mayor gasto permitió a los países la construcción de una red de protección social que hoy abarca variados ámbitos, desde la salud hasta la educación, pasando por la promoción de empleo y la entrega de transferencias incondicionadas. De hecho, estudios técnicos han demostrado que los resultantes programas sociales han sido instrumentos centrales en la reducción de la vulnerabilidad. Se estima que los programas Bono de Desarrollo Humano (implementado en 1998) de Ecuador y Oportunidades (1997) de México significaron reducciones de 8 por ciento en la pobreza; el programa PATH (2002) de Jamaica, un 4,5%, mientras que en Brasil el programa Bolsa Familia, que cubre a más del 25% de la población, un 3%.

Pero a pesar de los grandes avances, la evidencia muestra que el crecimiento de las redes de protección social en América Latina ha sido inorgánico y desordenado. Lo que en sus orígenes fueron programas de asistencias específicas se han transformado en pesados programas que abarcan múltiples sectores, que no solo confunden objetivos con instrumentos, sino también asistencia social con seguros sociales.

Cabe señalar que Chile no ha sido una excepción en esta tendencia. El país ha visto crecer el número de programas sociales (más de 300), a pesar de contar con muy pocas evaluaciones independientes de sus resultados y esfuerzos mínimos por coordinarlos.

El reto actual: cómo sustentar las políticas socialesEsa expansión desorganizada de la red de asistencia social no ha sido gratuita en América Latina. Por de pronto, producto de su desconexión...

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