Beatrice espera su identidad
Dos letras y siete números componen el pasaporte de Beatrice. El único documento que comprueba la corta vida que tuvo en Haití, su país natal, el que dejó a los tres años de edad cuando se vino a Chile junto a su mamá.En octubre de 2020, Beatrice cumplió 9 años y los celebró al interior de una residencia del ex Sename. Ese mismo año ingresó, por primera vez, al sistema de protección de menores, tras ser abandonada por su madre, quien regresó a Haití. Pero en el proceso legal, los tribunales de familia descubrieron una situación inusual: Beatrice no tenía su documentación haitiana ni chilena. Desde su llegada al país, durante seis años, su madre nunca gestionó su RUN. No había registros de su identidad.Las instituciones relacionadas al caso han intentado gestionar su documentación, incluso con acciones en la Corte de Apelaciones, pero el destino de Beatrice aún sigue ligado a una serie de papeles legales. Por mientras, ella solo debe esperar. Y así lo ha hecho, por casi dos años, en una residencia de menores.Beatrice no es su nombre real. Fue cambiado, al igual que otros detalles de su vida, para proteger su identidad, que quedó en pausa cuando llegó a Chile y hoy está tratando de retomar.No es mucha la información que existe sobre Beatrice y sus primeros años en Haití. Se sabe que nació un miércoles de noviembre de 2011 y residió en Puerto Príncipe con Claude, su madre. Su padre dejó de vivir con ellas tras separarse y ser acusado de diversos hechos de violencia intrafamiliar.En 2014, Claude decidió buscar nuevas oportunidades para su familia y se vino a Chile. Llegó a vivir a la casa de su hermano en Estación Central. Junto a Beatrice, Claude intentó rearmar su vida y conoció a su pareja actual, también de nacionalidad haitiana, y tuvo dos hijos más: los mellizos L. y F. Ellos, al nacer en territorio chileno, sí obtuvieron su documentación correspondiente. También fueron diagnosticados con trastorno del espectro autista.Durante ese tiempo, Claude trabajó haciendo aseo en diversos lugares y de comerciante. Pero en noviembre de 2019, decidió regresar a Haití sola. Lo hizo porque sufría de fuertes dolores de cabeza, los que -según su relato-, solo podía sanar en su país. El padre de los niños también desapareció.Claude dejó a sus tres hijos al cuidado de su hermano, en Estación Central. Sin embargo, meses después, él se vio sobrepasado con la crianza de sus sobrinos y le pidió a una amiga de la familia que se hiciera cargo de los menores. Pero esa mujer también tenía que cuidar a sus siete hijos, así que la responsabilidad terminó recayendo en los brazos de Beatrice. Con ocho años, la niña se encargaba de alimentar y jugar con L. y F., sus hermanos de cinco años.Los tres niños vivieron con la mujer hasta marzo de 2020. Un día, al regresar de su trabajo, ella notó que la puerta de su casa estaba abierta: faltaba L., hermano menor de Beatrice. Según su declaración en la 58va. Comisaría Población Alessandri -a la que tuvo acceso "Sábado"-, la mujer buscó a L. en los alrededores de la casa, pero no lo encontró. Después realizó la denuncia y Carabineros activó los protocolos para estos casos. El niño apareció cuatro horas después, tras el llamado de una enfermera de un CESFAM cercano a la casa. L. llegó al centro de salud después de ser encontrado deambulando en la calle.Carabineros informó de la situación al tribunal de familia y ordenó hospitalizar a los...
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