Los usuarios de autos eléctricos alaban sus virtudes, pero se quejan de su alto precio
Este tipo de vehículos hace tiempo que se está ganando un espacio en la sociedad. Por ahora son objetos de lujo al que puede acceder un segmento muy pequeño de la población. En Chile, el Mitsubishi i-Miev -un auto pequeño del tipo CityCar- se vendía, en promedio, a $25 millones. Un auto eléctrico de lujo como el Tesla S cuesta entre US$ 80 mil y US$ 100 mil.
Carlos López tiene un Chevrolet Volt, un auto sedán a un valor de $40 millones. "La mayoría de los eléctricos son pequeños y su autonomía es de 100 km; en cambio, el Volt tiene una autonomía de 600 km". Eso, gracias a un pequeño motor a combustible que genera electricidad para cargar la batería.
López cree que en los autos eléctricos está la solución a la contaminación. "Lo compré porque quise hacer un aporte concreto. Muchos salen a protestar, pero no están dispuestos a gastar un peso para solucionar la contaminación".
Tener un auto eléctrico, además, le da otros beneficios. "Me olvidé de echar agua, cambiar aceite y llevarlo a revisiones. Estos autos están libre de mantenciones". Por eso no se explica que deba pasar por la revisión técnica una vez al año. "Levantan la tapa y lo miran por todos lados. Yo creo que me lo estropean en vez de revisármelo", dice.
Cada carga le sale $400, y si usa solo la batería eléctrica del auto, puede andar de 60 a 100 km, según el camino. Usa un adaptador especial que se enchufa en cualquier tomacorriente. "Si me quedo sin carga, es más fácil encontrar un enchufe en cualquier lugar que una bencinera", dice.
La desventaja, para él, es el precio. "Hace cinco gobiernos que se prometen incentivos tributarios. Parece como que no quieren que se usen, porque el Estado gana en impuestos un tercio de lo que cuesta la bencina", dice.
Hugo Blanco se compró tres Mitsubushi i-Miev: dos para sus hijas y uno para él. Le cobraron $15 millones por cada uno, un ofertón, pensando en que cuando llegaron a Chile costaban cerca de $30 millones. La patente, eso sí, le salió 650 mil por cada uno.
"Lo cargo en la noche, y tiene una autonomía de 60 km. Cuando estoy detenido, por ejemplo en un taco, no gasta nada, y si voy en bajada, la batería se carga, en vez de gastarse", dice.
El único problema que ha tenido es con el Servicio de Impuestos Internos. "Hace poco me llegó una carta porque, según ellos, estaba evadiendo impuestos ya que los autos estaban avaluados en $23 millones. Tuve que ir a mostrar las facturas, y el problema aún no se resuelve".
El arquitecto Federico...
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