Austeridad estratégica - 26 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 583216822

Austeridad estratégica

A más tardar el próximo miércoles 30 de septiembre, el Gobierno debe ingresar al Congreso el proyecto de Ley de Presupuestos para el 2016, la que debe ser despachada como último plazo el 30 de noviembre. En el aire aún queda la frase del ex ministro Alberto Arenas en cuanto a que "el Presupuesto del 2015 es un espejo del programa de Gobierno".

Pero si bien las largas sesiones en el Congreso se repetirán con seguridad, el del 2016 debe ser un presupuesto muy distinto al del 2015. La injustificada expansión del gasto público de 9,8% contenida en la última ley fue un lujo irrepetible. La decisión llevó al gasto público al 22% del Producto Interno Bruto (PIB), la segunda mayor cifra en 15 años luego del 22,8% del 2009, año en que el país fue afectado por una severa crisis económica internacional. Sin embargo, los esfuerzos no parecen haber impulsado la economía, solo dejando claro la incapacidad del Estado por administrar proyectos caros y de gran complejidad.

El marco de la discusiónLa Dirección de Presupuestos publicó recientemente las estimaciones para el PIB tendencial, ubicándolo en 3,6%, y el precio del cobre de largo plazo, el que se calculó en US$ 2,98 la libra. Ambas variables son claves para la elaboración del Presupuesto 2016. Sin embargo, el evidente deterioro del escenario base con que hace meses se comenzó a trazar el presupuesto 2016 torna necesario ser muy cuidadosos en la elaboración de su ley.

Así lo ha manifestado el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien reiteradamente ha hecho referencia a la necesidad de apostar por la gradualidad y austeridad. Y lo cierto es que las cifras no dejan gran margen de acción. La expansión del gasto público contenida en la Ley de Presupuestos del 2015, sumada a la desaceleración de la economía, ha llevado a los expertos a plantear que para el presente año el déficit fiscal efectivo se encontrará en torno al 3%. Es cierto que el país aún cuenta con una posición financiera sólida, pero la autoridad debe velar por que esta sea sustentada en el mediano plazo.

En este contexto, preocupa que de todos los compromisos contenidos en el programa de gobierno de la Nueva Mayoría, el de equilibrar el déficit estructural haya sido el primero en ser descartado. Así, el ministro Valdés es el llamado a ordenar la casa. Su real influencia será puesta a prueba en los meses venideros.

La educación como prioridad: del 11% al 23%La participación de la partida de educación en el presupuesto ha ido en aumento en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR