Un atrevido de la moda - 17 de Mayo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 638430545

Un atrevido de la moda

Luego de la conferencia, Luciano, como ya lo había hecho antes, amenazó con una comida en su casa. Una invitación que nunca concretábamos. Ese día me dijo:

-Encontré una caja llena de fotos que quiero mostrarte. Con esas fotos podrías escribir otro libro. Tenemos que poner fecha para juntarnos.

Por esa época Luciano Brancoli ya había dejado el atelier en donde consolidó su carera como uno de los creadores fundacionales de la moda chilena. En esa casona de tres pisos -que estaba en Orrego Luco, en Providencia- donde se instaló a comienzos de los 80 y se puso a diseñar su propias colecciones, después de haber cerrado una tienda en Las Condes, en la que vendía ropa de diseñadores españoles como Jesús del Pozo y Manuel Pertegaz, además de los wrapdress, los vestidos envolventes de la diseñadora Diane Von Fürstenberg.

-En la caja hay fotos en las que aparezco con la Von Fürstenberg y su marido, Egon, quienes fueron amigos míos cuando viví en Europa. También hay otras de Alberto de Mónaco, de los vestidos que hice para la Argandoña y para todas las famosas de la televisión -fue la información anexa que me dio el día de la conferencia.

Las fotos, que había reunido mientras ordenaba sus cosas para cambiarse a su nueva casa, eran su motivo de orgullo. Casi tanto como los diseños que creó durante sus casi cuatro décadas en la costura.

Un mundo al que llegó, solía repetir, sin buscarlo.

Luciano se inició en la moda a comienzos de los setenta, luego de pasar por las carreras de arquitectura, Publicidad y Fotografía. Mientras estudiaba Arquitectura en la Universidad de Chile empezó a trabajar como decorador en La Maison, la boutique de Álvaro Flaño. A esta tienda -que en sus inicios estuvo frente al Teatro Municipal- llegó por recomendación de Melvin Villarroel, uno de sus profesores en Arquitectura y uno de los socios del lugar. Al principio Brancoli únicamente debía preocuparse de la ambientación de la boutique, pero le pidieron que creara una colección cuando la diseñadora de la tienda se enfermó, mientras la tienda se preparaba para participar en la tercera versión de la Exposición Nacional de la Moda, que se realizó en junio de 1973. Luciano diseñó seis vestidos fabricados con telas recolectadas en ciudades de provincia: en Santiago reinaba la escasez de textiles porque las fábricas estaban intervenidas por el gobierno de la Unidad Popular.

El premio se lo entregó Hortensia Bussi de Allende. Además de las irónicas críticas de la costurera Laura...

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