Asamblea Constituyente - 26 de Julio de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 450586158

Asamblea Constituyente

La esperanza de aprovechar los buenos tiempos que vivimos, para lograr avanzar en el progreso integral de nuestra sociedad y no solo sobre su desarrollo económico, nos mueve a analizar nuestra realidad a la luz de las experiencias vividas, sin otra intención que nuestro juicio se una a los que ya han ocupado estas páginas.

Nuestra Constitución de 1980 aparece como el centro de muchas opiniones; ella ha sido modificada, a mi juicio para bien, en numerosas oportunidades, y sus modificaciones, aplaudidas por todos, nos muestran la capacidad de nuestro poder constituyente para interpretar los básicos consensos nacionales. Nada justifica una asamblea constituyente, que aparece como un salto fundacional innecesario y riesgoso.

Las disposiciones sustantivas de nuestra Carta Fundamental sobre el Estado, sus atribuciones, finalidades y límites, están establecidas con propiedad en ella.

La afirmación de que el Estado está al servicio de la persona humana, y la disposición del artículo quinto que señala como límite de la soberanía "el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana", garantizados por la Constitución, y que ha sido reforzada por una reforma que agrega los tratados internacionales ratificados por Chile para elevar los acuerdos sobre la materia adoptados por organizaciones internacionales a rango constitucional, dejan al Estado como "subsidiario" y al hombre como "principal", evitando así las tentaciones totalitarias. Los quórums altos para reformar la Constitución se refieren sustancialmente a los derechos de las personas, creando las motivaciones para los consensos.

No resisto la tentación de incluir las palabras textuales del Presidente Lagos al promulgar la Reforma Constitucional del año 2005, aprobada por el Congreso Pleno por 150 votos contra 3: "Felicitémonos por este paso trascendente, hoy es un gran día para Chile. El Congreso Pleno ha ratificado un conjunto de cambios a la Constitución, que Chile venía reclamando desde hace muchos años. La sociedad chilena, que nunca ha perdido su espíritu democrático, venía construyendo desde hace años una práctica democrática que no se reflejaba en la Constitución. Hoy, el nuevo texto constitucional se pone a la altura del espíritu democrático de todos los chilenos. Todos sabemos que la Constitución nacida como expresión de un régimen autoritario no expresaba a la mayoría de los chilenos y mucho menos era expresión de unidad nacional".

"Hoy tenemos, entonces, en Chile un...

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