Aristóteles: el animal filosófico
A ese griego -nacido el 384 a. C. en Estagira, ciudad de Macedonia en la antigua Grecia- la Unesco decidió dedicarle el año en curso. Lo hace a sugerencia de Grecia, pues se cumplen 2.400 años de su nacimiento, razón por la cual la Universidad Aristóteles de Tesalónica realizará un congreso mundial durante el mes de mayo y habrá otro en Atenas en julio, organizado por varias sociedades filosóficas griegas.
Con los pies en la tierra
En "La escuela de Atenas" -la pintura de Rafael que muestra a los más importantes filósofos y hombres de ciencia del mundo clásico- vemos juntos, al centro de la escena, a Platón y a Aristóteles. Con su mano derecha el maestro apunta al cielo, al mundo de las ideas, a la verdadera realidad. Su discípulo, en cambio, extiende la suya de tal modo que la palma queda paralela al suelo, como si le respondiera a Platón: No, maestro, esta es la realidad.
La escena condensa las desavenencias filosóficas -no personales- entre Platón y Aristóteles. Para este, la filosofía debe comprender el mundo natural y no duplicar las incógnitas imaginando otro mundo. Sí, acepta el estagirita, la realidad, el ser reside en las formas o ideas, pero estas no están en el cielo, sino que en las cosas concretas, son su sustrato, y "llamarlas modelos o decir que las demás cosas participan en ellas, es decir palabras vacías y metáforas poéticas".
Sin embargo, Aristóteles no fue ajeno a la abstracción. Para explicar el cambio y el movimiento en el universo supone una causa externa a él. Ese primer motor deberá ser, además de eterno, perfecto, o sea, inmóvil, e incorpóreo. Aristóteles lo llama Dios y dice que es "pensamiento puro". ¿En qué piensa ese primer motor? En sí mismo, porque si se preocupara del mundo material, quedaría implicado en la imperfección de este y no sería Dios.
El justo medio
De vuelta en lo concreto, Aristóteles se preocupa de las plantas y animales, y entre estos últimos, del hombre. Ese ser al que define como el "animal racional". El alma o psique , dice, no existe separada del cuerpo. La vida debe estudiarse sobre la base de los cuerpos vivos, pues a través de ellos se manifiesta el alma. También hay que adoptar una perspectiva empírica, concreta, en el estudio de la ética, es decir, de la virtud, la justicia y el bien.
Virtuoso, justo, es aquel que actúa con prudencia, o sea, quien no cae en el exceso ni en el defecto. Así, por ejemplo, valiente es la persona que no es cobarde, pero tampoco temerario. ¿Cuál es el fin del hombre? La felicidad, esto es, el ejercicio de su virtud, de la actividad que lo distingue del resto de los animales, a saber, la razón o inteligencia: "Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber", leemos en la "Metafísica".
Ahora, no se trata de abandonar todo para dedicarse a la filosofía. Es más, eso es imposible, puesto que solo Dios es pura razón. Los hombres, en cambio, somos seres concretos que vivimos con otros seres concretos, nos necesitamos: "No entiendo por auto-suficiencia lo que basta para un hombre solo que lleva vida apartada. Incluyo a los padres, a los hijos, a la esposa, y, en general, a...
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