Aproximación a la génesis de la contribución de la densidad en la noción de "ciudad compacta". - Vol. 37 Núm. 112, Septiembre 2011 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 411846266

Aproximación a la génesis de la contribución de la densidad en la noción de "ciudad compacta".

AutorNavarro Vera, Jos

RESUMEN | Como introducción al artículo se traza la génesis del concepto de ciudad compacta a partir de las diferentes variables que lo configuran, explicando cómo éstas se han ido incorporando a esa noción tan extendida en el urbanismo contemporáneo. A continuación se expone un trabajo de investigación desarrollado en el territorio periurbano de Alicante, en el que se relaciona densidad residencial con variables de movilidad. Finalmente, se proponen líneas de investigación que se abren a la luz de la problemática actual de las formas de crecimiento y desarrollo de las ciudades.

PALABRAS CLAVE | Áreas metropolitanas, movilidad, ordenación territorial, desarrollo sostenible.

ABSTRACT | As an introduction to the article, the conceptual origins ora compact city will be outlined considering the different variables involved. How these variables have been incorporated into such a widespread concept in the field of contemporary urbanism will be explained. Secondly, a research project developed in the outlying urban areas of Alicante which links residential density with variables of mobility will be presented. Finally, new research lines will be proposed to shed light on the current problems posed by the forms of growth and development of cities.

KEY WORDS | Metropolitan areas, mobility, spatial planning, sustainable development.

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"A medida que va disminuyendo la superficie urbana que toca por habitante, se va aumentando la mortalidad de la población."

Ildefonso Cerdá. Teoría General de la Urbanización. Año 1876 (1).

En los últimos años, el debate sobre la forma urbana y metropolitana, tanto desde una visión morfológica como cuantitativa del desarrollo espacial, se ha visto alentado y renovado por la extensión del paradigma ambiental (2). Actualmente, la noción de ciudad compacta como remisión a una cierta idea de la ciudad mediterránea tradicional, densa y con un alto grado de mix funcional, se ha convertido tanto en un paradigma disciplinar vinculado a las estrategias de sostenibilidad ambiental urbana como en un icono verbal del discurso de algunos políticos locales.

En nuestra opinión, la noción de ciudad compacta se corresponde, en general, más con una imagen interpretativa de una realidad espacial que con un modelo generalizado elaborado a partir de los datos de aquella realidad. Se pueden observar dos tendencias: la primera, ideológica, que utiliza la noción de ciudad compacta para legitimar propuestas desde el punto de vista de la sostenibilidad, o como componente, en la misma línea ambiental, de un cierto discurso urbanístico, en ocasiones carente de rigor o incluso contradictorio; y la segunda, derivada de un análisis de la ciudad difusa, en donde ésta aparece como un negativo de la ciudad compacta, y donde la densidad residencial figura como una variable relevante. En un informe publicado por la Unión Europea titulado Urban sprawl in Europe se define así el fenómeno de la dispersión de las actividades residenciales y económicas en el territorio contemporáneo:

"Dispersión urbana es el término utilizado genéricamente para definir físicamente la expansión de las áreas urbanas. La Agencia Europea de Medio Ambiente describe la dispersión como el patrón físico de expansión de baja densidad que se produce en grandes áreas urbanas bajo condiciones de mercado sobre el suelo agrícola circundante. La dispersión es el fenómeno dominante en los límites del espacio de crecimiento urbano e implica escaso control del mismo. Es un desarrollo desigual, disperso y con tendencia a la discontinuidad. El territorio disperso es lo contrario de la ciudad compacta, dominado por los espacios vacíos que indican la ineficiencia de un crecimiento incontrolado" (3).

Desde la protohistoria del urbanismo, la densidad de población fue uno de los indicadores de la calidad de vida urbana. Foucault sostenía que fueron los médicos los primeros especialistas del espacio construido, al plantear la densidad de población, junto al emplazamiento, desplazamientos, y condiciones del hábitat público y privado, como los cuatro problemas fundamentales que había que cuidar para asegurar unas condiciones de vida saludables en las ciudades (Bentham y Foucault, 1979). La cita que encabeza este artículo es un buen ejemplo de ello y de la influencia que el paradigma higiénico ha tenido en los orígenes del urbanismo moderno.

Entre mediados del siglo XIX y del XX, las diferentes propuestas enmarcadas en los tres paradigmas más influyentes en la teoría urbanística--el higiénico, el racional y el "usoniano"--tienen a la densidad residencial como uno de los indicadores diferenciadores. En el CIAM de Bruselas de 1930, Le Corbusier presenta su proyecto de Ville Radieuse donde sitúa torres de 150 m de altura con densidades de 1.000hab/ha, mientras Gropius, en el mismo encuentro, desarrollaba sus conocidas propuestas de distribución óptima de bloques paralelos anaiizando las relaciones entre altura, orientación, asoleamiento y densidad. Más tarde, Lionel March a partir de esos principios demostró que, manteniendo la garantía del asoleamiento en una distribución de bloques paralelos, hay un límite máximo para la densidad, cualquiera que sea la altura, que es de 1.333 hab/ha (March, 1975). al otro lado del Adántico, Wright proyecta su Broadracre City, una ciudad extendida y dispersa por un territorio bajo el signo de la descentralización de actividades, la red de autopistas, y la baja densidad residencial: a cada familia un acre de tierra (2,5 viv/ha netas).

En cierto modo, Boadracre era una profecía de lo que iba a ocurrir en las grandes ciudades americanas de la segunda mitad del siglo cuando emerge con fuerza el fenómeno del sprawl residencial unido a la descentralización de actividades y empleos, fenómeno que pronto atraería la atención de diferentes especialistas ante la magnitud de los costes directos e indirectos que esa forma de crecimiento estaba produciendo.

En la valoración del papel de la densidad en la forma y condiciones funcionales y de explotación de los desarrollos residenciales, confluyen diferentes enfoques que desde mediados del siglo XX han contribuido a la consolidación de la noción de ciudad compacta. Estas diferentes visiones se pueden agrupar en cuatro líneas: densidad e imagen interpretativa del territorio, densidad y urbanidad, densidad y eficiencia económica, y densidad y eficiencia energética. En la actualidad, esta última línea es a la que se le está prestando más atención, dando lugar a un debate intenso por sus implicaciones con el transporte, sector clave en las estrategias de sostenibilidad.

Este artículo expone las ideas básicas que inspiraron estas diferentes líneas, deteniéndose con más detalle en el caso de la implicación de la densidad con la movilidad a través de los resultados de un trabajo de investigación realizado sobre el territorio metropolitano de Alicante-Elche.

Densidad e imagen interpretativa

Como se ha comentado, desde finales de los años sesenta del siglo pasado se comienza a tomar conciencia en Europa de la emergencia de un crecimiento urbano de baja densidad que atrae la atención de estudiosos de la ciudad y el territorio, los que plasmarán sus reflexiones en imágenes interpretativas del fenómeno, sin descender a un plano más analítico y cuantitativo.

Henri Lefebvre (1972) ya escribe sobre un "tejido urbano" que se extiende por el medio rural, generando nuevas formas espaciales y sociales que pone en crisis el binomio antagónico tradicional ciudad-campo. Desde entonces se irán sucediendo diferentes aportaciones dirigidas a encontrar imágenes interpretativas de los procesos de crecimiento urbano difuso de baja densidad. En 1968 G. Samoná propone la noción de campo urbanizado para nombrar los nuevos fenómenos territoriales, sosteniendo incluso que esos desarrollos bien ordenados podrían constituir una alternativa a la congestión de las ciudades. Por la misma época aparece en la literatura geográfica francesa la noción de periurbanización, para designar los procesos de urbanización discontinua más allá de los límites de la ciudad y donde predomina el hábitat individual (4). Una imagen interpretativa que ha tenido mucho éxito es la ciudad difusa enunciada por F. Indovina (1990), aunque poco antes, G. Piccinato había propuesto la de urbanización difusa.

Densidad y urbanidad (5)

En nuestra opinión, la primera descripción--aunque no la denomine así--de las características de la ciudad compacta como tejido denso y complejo aparece en los contenidos de la obra "Muerte y Vida de las Grandes Ciudades", publicada en 1961, de la que es autora Jane Jacobs. En ella, su autora, desde la observación y el sentido común, discute el urbanismo de los expertos y urbanistas seguidores del Movimiento Moderno que habían sido incapaces de conseguir en sus realizaciones residenciales la recreación de la animación y vitalidad que encontramos en otras ciudades no planificadas.

En su libro, Jane Jacobs establece que entre las cuatro condiciones que deben darse en un sector residencial para garantizar una vida urbana intensa, una de ellas debe ser la necesidad de una cierta densidad:

"El distrito ha de tener una concentración de personas suficientemente densa, sea cual fuere el motivo que les impulsa a las diferentes personas a ocuparlo. Naturalmente incluimos en este concepto los residentes de manera regular en el mismo" (Jacobs, 1973).

"¿Cuál es la densidad de viviendas apropiada para una ciudad?: Se pregunta en otro lugar de su obra, estableciendo las 100 viv/acre neto (250 viv/ha neta) como cifra óptima a la que llega por observación y experiencia de situaciones en diferentes ciudades americanas contemporáneas:

"En los lugares en los que el promedio caiga claramente por debajo del centenar de viviendas por acre, la vitalidad queda muy menguada" (Jacobs, 1973).

Lógicamente, también se hacía la pregunta pertinente "¿Cuándo una densidad alta es demasiado alta?: Aunque establece ese límite en 200 viv/acre neto (500...

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