Andrea Martínez: Diarios
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LECTURA RECOMENDADA
DIARIOS
Bajo similar seudónimo que el utilizado por el poeta
portugués, Fernando Pessoa (o heterónimo, como
éste prefería llamarlo), Álvaro D. Campos, presenta su
primer libro “Diarios”. Con un título que resume muy
bien el contenido de su obra, este “autor invisible”,
como lo define el chileno Benjamín Labatut, muestra
una serie de textos breves que retratan pensamientos
y observaciones del escritor, captadas en su teléfono
“mientras atiende un local de esquina sin nombre,
propiedad de su padre, en la comuna de Pudahuel,
donde ha pasado toda su vida” (p. 9 prólogo de B.
Labatut).
A través de un relato dinámico y no pretensioso,
Campos hace un recorrido por distintos autores y filó-
sofos, rescatando pensamientos como los de Camus,
Platón, Homero y Spinoza, que mezcla con pasajes
de la vida diaria, desde historias de su hijo pequeño a
analogías sobre las redes sociales. “Nunca he conocido
a alguien que se haya ido de Facebook definitivamen-
te” (p. 21), señala, para luego añadir que esto aplica
especialmente a quienes dedicaron tiempo y trabajo
para seleccionar y mostrar distintos momentos de su
vida. A los que sí se retiran de la red social los cataloga
como “faros anónimos”, aquellos que nunca entrega-
ron información sobre si mismos. Quienes se despiden
para volver más tarde, lo hacen “porque quieren sentir
los vítores del regreso, que siempre son más durade-
ros que el tiempo de la despedida”. Esto lo compara
con una cita de August Strindberg, de su libro “Solo”
(1903), donde el escritor y dramaturgo sueco “se despe-
día así de Facebook: “lo que he ganado con la soledad
es poder decidir por mi mismo mi dieta espiritual. No
tengo que ver a mis enemigos en mi propia casa, senta-
dos a mi mesa, ni escuchar en silencio mientras alguien
se burla de lo que yo más estimo (…)”. Pero Strindberg,
como todo usuario de la red social, volvería a abrir su
cuenta más tarde”.
En tiempos como los actuales, en que, en la primera
vuelta presidencial en Chile, la tercera mayoría la obtu-
vo un candidato que ni siquiera se encontraba en el
país (y vuelve casi dos años después de la votación),
el “pulso de la calle” que retrata el autor es quizás lo
más atractivo de su obra. Es común que la idiosincrasia
de las sociedades se refleje en sus preferencias televi-
sivas y Campos es agudo en retratar como en Chile los
matinales han transitado este camino, cambiando su
parrilla programática para pasar de los “periodos con
mucha actividad telúrica” donde el geógrafo Marcelo
Lagos “era llamado a cualquier hora para hacerle las
preguntas pertinentes”, a incluir a una psicóloga foren-
se dentro de “su planta permanente de consultores”
para analizar el creciente fenómenos delictual, impro-
visando junto a los conductores y panelistas presun-
ciones sobre las técnicas utilizadas últimamente por
los asesinos, probando “su ingenio hipotético mientras
toman desayuno” (pp. 58 y 59).
Andrea Martínez,
Directora de Gestión y Finanzas del Observatorio Judicial
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