Amelia contra todo - 24 de Abril de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 864975054

Amelia contra todo

Si la vida de Amelia -su nombre ha sido cambiado- se resumiera en cuatro fotografías, la primera correspondería al día que nació, en un hospital de Los Ángeles, en la Región del Biobío. Tendría colores resplandecientes, augurando un buen futuro.La segunda foto ya no sería tan nítida. Amelia tendría 8 años, época en la que ingresó al Servicio Nacional de Menores (Sename), luego que su abuela materna, que también era su cuidadora y tutora legal, falleciera.La tercera estaría más bien desteñida. Como si su paso e intentos de fuga por decenas de residencias -las mismas que reconocieron no tener las herramientas para ayudarla-, los abusos sexuales y la explotación sexual que vivió, más el abandono de su familia, la hubiesen decolorado poco a poco.El último registro de la niña sería del año pasado. Aquí ya no existirían los colores. Todo sería blanco y negro. Al igual que su primera foto, también estaría en un hospital, pero esta vez internada por una sobredosis debido a su adicción a la marihuana, pasta base y cocaína. En esta, Amelia tiene 12 años.Sin embargo, existe una quinta fotografía tomada hace un mes. Pero aún no ha sido revelada. Está a la espera, en un cuarto oscuro, a que vuelva a mostrar sus colores resplandecientes.El registro de Amelia, en el sistema de protección a menores, partió en 2008, días después de nacer. Ella y su hermana Carla -su nombre ha sido cambiado-, dos años mayor, formaron parte de un programa de Familias de Acogida Especializada (FAE), colaborador del Sename. El ingreso lo ordenó el Juzgado de Familia de Los Ángeles, ya que estaban siendo "víctimas de abandono y exposición a conductas delictivas de sus progenitores", detalla un informe del programa, al que tuvo acceso "Sábado".En esa época, la tuición y cuidados de las niñas estaban a cargo de su madre, la que asistía a programas colaboradores del Sename para mejorar su conducta. Ella vivía en la casa de su suegro, junto a los padres de sus hijas, quienes son hermanos. Los tres adultos tenían un cúmulo de condenas y penas carcelarias por diversos delitos; entre ellos, robo con intimidación y violencia, porte de arma y consumo de drogas.Años más tarde, y por orden del juzgado de familia, las hermanas quedarían al cuidado de su abuela materna.Eran cerca de las 5:00 de la tarde, de un miércoles de junio de 2014, cuando una vecina de la abuela materna llegó hasta la 11 {+a} Comisaría de Carabineros, en Los Ángeles, para realizar una denuncia de vulneración de derechos a menores, específicamente por Amelia y Carla. La abuela de las niñas había muerto ese mismo día, a los 53 años.En su denuncia, a la que tuvo acceso "Sábado", la vecina escribió: "La madre de las menores tiene antecedentes penales y es drogadicta, por lo que no mantiene una vida estable y digna para la responsabilidad de las niñas".Con la muerte de la abuela, la tuición de Amelia y Carla regresó a su madre, pero también se incluyó a Álvaro, la pareja de la abuela materna. Para entonces, Álvaro tenía 55 años, trabajaba como vendedor ambulante y ganaba cerca de 600 mil pesos mensuales. Según informes del Sename, siempre intentó darles todos los cuidados necesarios a las niñas.Un año después, Álvaro fue designado como tutor único de las menores. La madre perdió su libertad y la tuición de sus hijas, tras cometer un robo con violencia. Mientras tanto, Amelia y Carla se mantuvieron en el programa especializado en vulneración de derechos, pero ahora en la Fundación Ciudad del Niño.En una entrevista con una dupla psicosocial de la fundación, Amelia, con 7 años, se mostró alegre y espontánea, según consta en el informe respectivo: "Expresa alegrías y tristezas, sobre todo por la ausencia de la abuela materna, así como de su actual progenitora (...). Sin embargo, es importante señalar que, al inicio de la entrevista, la niña dice: '¿Y no me van a quitar del lado de mi papá (Álvaro)? ¿Por el problema de mi mamá, que está en la cárcel? Yo vivo con mi papá Álvaro, no puedo estar con mi papá verdadero, porque él hace lo mismo que mi mamá'".En tanto, su hermana Carla, con 9 años, mostró preocupación por la posibilidad de ser...

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