Alto El Loa, el norte que viene - 22 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 558340854

Alto El Loa, el norte que viene

Caspana está a 3.305 metros de altitud y si uno trazara una línea en diagonal hacia el este desde Calama -la ciudad más cercana, a 84 kilómetros-, justo a medio camino de San Pedro. Cecilia Colomar es una de las pocas personas de este pueblo que se dedica al turismo, en una zona emergente que se conoce como Alto El Loa, porque está, precisamente, en la parte andina del río más largo de Chile.

Hace cuatro años, Cecilia armó un restaurante en su casa y un alojamiento rural llamado Ckolmantur, Sabores de Caspana. "Alguien tenía que atender a la gente que llegaba hasta acá, aunque fueran pocos", recuerda. Caspana es conocido por sus terrazas de cultivos, llenas de huertos que producen papas y habas. Las cifras dicen que en Caspana viven alrededor de 400 habitantes, pero hoy no se ven más de diez, algo que a Cecilia no le sorprende: la mayoría prefiere ir a San Pedro, que está a solo 100 kilómetros de distancia y, claro, tiene un desarrollo turístico muchísimo mayor (en 2014 recibió 111 mil visitantes).

Aunque los hitos naturales son compartidos. De hecho, los famosos géiseres del Tatio están más cerca de Caspana que de San Pedro (a solo 40 kilómetros, mientras que desde San Pedro hay 98), y su administración está a cargo de las comunidades de Caspana y Toconce, tras la concesión entregada por Bienes Nacionales el año pasado. Desde Caspana también se organizan viajes a los géiseres y, según cuenta Cecilia, poco a poco la gente los está contactando para hacer otras excursiones en la zona.

"La comunidad hoy está más organizada y ha ido aceptando la idea de que llegue gente de afuera", dice. "Al menos se ha logrado que los locales ya no bajen la mirada ni se escondan cuando viene alguien extraño. Los más jóvenes están interesados en desarrollar el turismo, pero para diferenciarse de San Pedro, esperan que ese tema esté siempre bajo el control de la comunidad".

Caspana es una pequeña joya altiplánica, con su iglesia del siglo XVII intacta, sus caseríos de adobe y techos de paja, sus casonas más nuevas de cemento pintadas con colores fuertes, su museo arqueológico y etnográfico, sus terrazas de cultivo por doquier, su "centro" compuesto por un pequeño riachuelo y un puente rodeado de ovejas y colas de zorro. Por estos días, el lugar con más movimiento de Caspana es, precisamente, la casa de Cecilia, su restaurante y alojamiento rural, que funciona con paneles solares. Allí Cecilia prepara comida casera, pero con ingredientes orgánicos sacados de su propio huerto, que riega con agua de vertiente. Papas moradas, cebollines, ajo, habas, betarragas, todo sembrado bajo una gran meseta que pone límite al pueblo y cuyos tonos terracotas contrastan con las terrazas agrícolas esparcidas entre el murallón y las otras casas.

Al lado del huerto, Cecilia acaba de implementar un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR