Señal de alerta - 24 de Junio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 516127742

Señal de alerta

No solo los adolescentes sufren de acné: cada vez más adultos deben enfrentar este problema, y las mujeres son las principales afectadas. Inciden las hormonas y la carga genética, pero también la dieta, el hábito de fumar y hasta la falta de estabilidad psicoemocional. Más resistente a los tratamientos que el acné juvenil, requiere de cuidados especiales y debe considerarse siempre como una advertencia, pues suele ser un síntoma de una serie de problemas de salud.

Por Alison Delplace.

No hay duda de que es en la adolescencia donde el problema del

acné es más frecuente: a esa edad, el 85 por ciento de las personas, tanto hombres como mujeres, deben lidiar con la aparición de granos y espinillas, producto de los cambios hormonales propios de esa edad. Por lo general, el problema se resuelve antes de cumplir los 25 años. Sin embargo, en el 15 por ciento de los afectados la situación se mantiene durante la vida adulta. En estos casos, donde la carga genética juega un rol importante, se habla de "acné persistente".

Pero también existe el acné que hace una sorpresiva aparición en la vida adulta, sin antecedentes previos. Ahí, esta manifestación cutánea es, para los médicos, una señal de que algo anda mal en el organismo, más allá de la piel. Más que una enfermedad, es un síntoma, un llamado de atención.

Cómo y dónde

Todos los adultos con acné tienen en común, explica el doctor Walter Gubelin, dermatólogo del Centro Dermatológico Skin Med, una estructura cutánea alterada, que se manifiesta en lo que comúnmente se conoce como "granitos", de tamaño variable, tanto en la piel de la cara como en el tronco.

-El problema surge fundamentalmente por un aumento de la secreción de la glándula sebácea, unido a una disminución del diámetro interno de su conducto de salida, lo que se conoce como hiperqueratinización. Esto lleva a que la secreción se acumule, lo que hace que proliferen las bacterias en su interior, lo que configura un proceso inflamatorio de intensidad variable -explica el doctor.

En este escenario, se producen desde lesiones pequeñas, como los puntos negros y comedones cerrados (conocidos como "puntos blancos"), hasta daños más graves, que pueden dejar cicatrices, acompañarse de eritemas post inflamatorios y causar cambios de color en la piel. A diferencia del acné adolescente, en los adultos la mayoría de las lesiones -pápulas, pústulas y nódulos- se concentran fundamentalmente en el tercio inferior de la cara; más específicamente, en el...

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