La Agenda corta antidelincuencia - La agenda corta antidelincuencia y otras reformas sustanciales - Un nuevo tiempo para la justicia penal. Tensiones, amenazas y desafíos - Libros y Revistas - VLEX 654664213

La Agenda corta antidelincuencia

AutorMaría Angélica Jiménez - Tamara Santos - Paula Medina
Páginas212-241
212
MARÍA ANGÉLICA JIMÉNEZ / TAMARA SANTOS / PAULA MEDINA
B. LA
AGENDA CORTA ANTIDELINCUENCIA
La Agenda corta antidelincuencia representa un hito en el desarrollo de la Reforma
procesal penal. En este apartado se abordará tanto el período previo a la apro-
bación de esta agenda como el análisis de su contenido y sus consecuencias.
1. La antesala de la aprobación de la
Agenda corta
En 2006, cuando el entonces presidente Ricardo Lagos propone priorizar el
perfeccionamiento de la Reforma procesal penal mediante un proyecto de ley
que introduce ajustes al sistema, el f‌iscal nacional del Ministerio Público res-
ponde con una propuesta para mejorar la persecución penal y las políticas
públicas en materia de seguridad ciudadana. Esta propuesta consta de seis
aspectos, buena parte de los cuales tienen relación con políticas de seguridad
ciudadana y contienen estrategias preventivas y policiales. Otros contemplan
un grupo de medidas referidas al mejoramiento del sistema de justicia proce-
sal penal. Dicha propuesta tuvo como efecto más relevante la constitución de
la plataforma de la llamada Agenda corta antidelincuencia.
A su vez, esta propuesta de Agenda corta pone en evidencia la respuesta reac-
tiva del Gobier no dada su falta de ref‌lexión y proyecto de política criminal,
tal como lo señalaban los representantes de sectores académicos, tanto insti-
tucionales como políticos, que entablaron un debate público en torno a los
puntos contenidos en la mencionada propuesta.
2. El debate de la
Agenda corta
Consecuente con los logros alcanzados a través de la modernización del Estado
—y particularmente de la justicia procesal penal— personeros autorizados esbo-
zan críticas a esta agenda. Es el caso del penalista Raúl Tavolari, para quien:
[…] la iniciativa contiene un conjunto de normas que chocan con la Carta Fun-
damental, como legitimar la detención sin orden judicial y sin f‌lagrancia [...]
La disposición de ingresar que permite a la policía sin orden judicial cuando
hay indicios [de] que en su interior se comete un delito, lo que claramente
CAPÍTULO V | LA
AGENDA CORTA ANTIDELINCUENCIA
Y OTRAS REFORMAS SUSTANCIALES
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vulnera el artículo 83 de la Constitución, ya que la inviolabilidad del hogar
solo se puede vulnerar cuando hay orden del juez […] La norma que amplía el
concepto de f‌lagrancia a 12 horas, para acotar los fallos de jueces que declaran
la ilegalidad de la detención pasado cierto tiempo del delito […] Además, mate-
rias del proyecto que ya estaban en la ley, como permitir que en un control de
identidad se pueda detener a quien tiene una orden de detención pendiente.336
Por su parte, el mismo día en que se conoce públicamente la Agenda corta, el
defensor público nacional de la época pidió que la propuesta fuera discutida
en el Congreso:
[…] con mucha prudencia, racionalidad, serenidad y con cifras concretas en la
mano […] Precisó que la medida destinada a la reincidencia podría llevar un
impacto para el sistema penitenciario […] Esto va a traer como consecuencia
la obligatoriedad, en ciertos casos, de ordenar la prisión preventiva, a quienes
hayan cometido una serie de delitos. Necesariamente van a requerirse 10.000
nuevas plazas en los recintos penitenciarios, durante un año. Queremos que
haya más justicia social y menos justicia criminal.337
Estas corrientes se expresan igualmente en la opinión autorizada de dos
expertos en la materia, el representante del Instituto Libertad y Desarrollo,
Ignacio Illanes G. y el abogado penalista Juan Pablo Hermosilla.
En el primer caso, la columna titulada «Reconocer el problema» parte de la
pregunta: «¿Está realmente desatada la delincuencia o es una percepción
fomentada por los medios?» El columnista asiente que:
[…] las cifras se han estabilizado, pero ello no signif‌ica que la percepción esté
desconectada de la realidad […] Por una parte, la violencia y el descaro con
que se cometen los delitos hacen «más temible» la posibilidad de ser víctima;
por otra, el volumen de delitos es tan alto —cerca de 4 millones anuales— que
hacen «muy probable llegar a ser víctima». Esta combinación entre «probable»
y «temible» construye la sensación de inseguridad. No hay ninguna contradic-
ción: percepción y realidad están de la mano.338
336 El Mercurio, 22 de julio de 2006, C 17.
337 La Tercera, 08 de julio de 2006, 8.
338 La Tercera, 29 de junio de 2006, 19.

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