Aborto, embarazo ectópico y ética de la ley natural
| Autor | Maite Aguirrezabal Grünstein/Soledad Bertelsen Simonetti |
| Páginas | 49-65 |
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CONTRERAS, VERGARA: ABORTO, EMBARAZO ECTÓPICO Y ÉTICA DE LA LEY NATURALCUADERNOS DE EXTENSIÓN JURÍDICA (U. DE LOS ANDES) Nº 27, 2015, pp.49-63
ABORTO, EMBARAZO ECTÓPICO Y ÉTICA
DE LA LEY NATURAL1
SEBASTIÁN CONTRERAS
Doctor en Filosofía por la Universidad de los Andes
Profesor de Filosofía del Derecho y Derecho Natural
Universidad de los Andes, Chile
DENNISSE VERGARA
Enfermera-Matrona
Maternidad Hospital de La Florida, Chile
En el contexto de la discusión sobre la licitud del aborto, cada día
es más frecuente hablar de “embarazos ectópicos”. Quizá esta expresión
esté más popularizada que la de “embarazo normotópico”, que designa
el embarazo normal, aquel que se produce en el endometrio materno.
Por razones que no podemos explicar ahora, la incidencia de embarazo
ectópico ha aumentado substancialmente en los últimos años. Alrededor
del 2% de los embarazos ocurren fuera de su “lugar natural”, ya sea en
las trompas, en el abdomen, en los ovarios o en otro lugar.
Dentro de la pregunta por la licitud del aborto, este trabajo se centra
en el examen de la moralidad de los diferentes tratamientos disponibles
para el embarazo extrauterino. El problema es interesante. Si hay actos
que nunca es lícito intentar –que es la tesis que defiende la ética de la
ley natural desde Aristóteles–, y si es que algunos tratamientos suponen
un daño letal en el embrión, la respuesta a este interrogante depende
del reconocimiento de que no todos los procedimientos disponibles para
manejar una gestación ectópica son compatibles con la protección de la
dignidad de la persona y la afirmación del hombre como fin en sí mismo.
Como una manera de responder a la pregunta por la licitud de los
distintos tratamientos que la tecnología y la ética médica proponen como
vía de solución para la gravidez ectópica, nos referiremos, en primer
lugar, a la cuestión general del embarazo extrauterino como problema
moral. Pondremos de relieve que si una acción causa un daño letal al no
nacido, por ese solo hecho debe considerarse como abortiva. En segundo
lugar, intentaremos precisar el sentido que tiene la prohibición del aborto
1 Los autores agradecen el patrocinio de Fundación Mustakis.
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CUADERNOS DE EXTENSIÓN JURÍDICA
en la tradición de la ley natural. Si todo acto médico del que resulta la
muerte del embrión se considera un aborto, entonces no hay manera de
resolver la gravidez ectópica. Habría que esperar la muerte del feto o
la muerte del feto y de la madre. En tercer lugar, valoraremos cada uno
de los tratamientos: uso de metotrexato, salpingectomía, salpingostomía,
operación Wallace y espera activa. Nuestra conclusión será que solo la
salpingectomía y el tratamiento expectante son admisibles desde el punto
de vista ético. Si bien la operación Wallace es compatible con la tradición
de la ley natural, es prácticamente imposible que un feto o embrión siga
vivo después de ser trasladado de la trompa al útero materno. Cerraremos
con unas breves conclusiones.
I. EL EMBARAZO ECTÓPICO COMO PROBLEMA ÉTICO
La urgencia y complicaciones propias del embarazo extrauterino exigen
al teórico de la ley natural proponer alguna alternativa de solución. No
basta con la simple apelación a la prudencia médica. Es preciso trazar
unos principios que permitan dar con una respuesta coherente con la
afirmación del hombre como fin en sí mismo, así como con el carácter
personal del embrión ectópico, por mucho que sea ectópico.
La solución de problemas médicos difíciles depende, en gran medida,
de cuestiones técnicas o clínicas. No hay que suponer que la ética se
mueve al margen de la técnica; tampoco que solo la tecnología importa
en estos casos. Se debe recordar que está en juego la vida de una per-
sona y que, por lo mismo, no todas las soluciones o tratamientos que
se pueden realizar “técnicamente” son apropiados “éticamente”. La ética
impone límites a la técnica, y la técnica ilumina el razonamiento práctico
y lo hace completo y sofisticado. Aunque es muy importante, la técnica
no tiene la última palabra.
Se busca una solución que sea compatible con la protección de la
persona. En los casos de gestación ectópica, una salida consistente con la
ética de la ley natural pasa por el reconocimiento de que algunos actos
o procedimientos que buscan salvar a la madre son abortivos, causando
la muerte directa e intencional del no nacido. Despedazar al feto o des-
truirlo con fármacos de acción localizada nunca puede ser lícito, aunque
se esté salvando a la mujer. Por ende, los actos que producen un daño
letal en el feto siempre suponen un aborto intencional.
Se suele pensar que si se intenta salvar a la madre, la muerte del feto
es colateral. Tal manera de argumentar, que sigue un modelo “eficientista”
del razonamiento práctico2, solo toma en cuenta el elemento subjetivo de
2
G. H
ERRANZ
, “Informe sobre el embarazo ectópico”, en Documentos Facultades de Medicina,
Ciencias y Enfermería, Pamplona, Departamento de Humanidades Médicas Universidad de
Navarra, 1990.
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