El nuevo negocio del Estado Islámico: una lucrativa sociedad inmobiliaria - 24 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 540351054
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El nuevo negocio del Estado Islámico: una lucrativa sociedad inmobiliaria

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"Han desvalijado las viviendas de los cristianos; las están ocupando y vendiendo sus muebles en las calles de Mosul", relata a El Mundo vía telefónica Sood Saad, un vecino de una urbe que hasta la irrupción de los yihadistas albergaba a más de un millón y medio de almas. "La mayoría de la gente se niega a comprar el mobiliario porque sabe que fue obtenido a la fuerza, pero la población más pobre está participando. Hay muchas gangas. Puedes encontrar una pantalla de plasma por 100 dólares cuando su precio supera los 400", agrega.

Código de vestuario

La puesta en marcha de este febril mercado de segunda mano no es la única aventura económica lanzada por el EI, que ha borrado el mapa multiétnico de la ciudad; erradicado el tabaco y el alcohol; impuesto un estricto código de vestimenta para las mujeres y transfigurado sus plazas en escenarios de atroces lapidaciones y ejecuciones públicas de todo aquel capaz de disentir o vulnerar su fundamentalista interpretación de la sharia (ley islámica).

La organización ha entrado de lleno en el mercado inmobiliario y prepara subastas públicas para adjudicar el ingente botín arrebatado a la legión de habitantes que han huido o sido expulsados. Según el diario digital iraquí Niqash, el patrimonio en manos del EI incluye viviendas, naves industriales y tierras de uso agrícola en la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul. Tal es el volumen de la hacienda que fuentes al tanto de la operación citadas por el diario consideran que sus ganancias serán mayores a las obtenidas en la zona gracias al contrabando de petróleo.

Los barbudos -que ofrecen un techo gratis a quienes se suman a su yihad (guerra santa)- han completado ya el inventario de las propiedades sustraídas a minorías y funcionarios de las fuerzas de seguridad y la administración, y han hecho circular por Mosul la información de las próximas pujas. El remate público depende de "Bait al Mal" (la casa de la riqueza, en árabe), el equivalente al tesoro público del EI y en la práctica una suerte de Banco Central.

El órgano -presente en la fiscalidad islámica- era inicialmente una pequeña estancia de la mezquita central de una localidad donde se custodiaban el botín de guerra, el azaque (el impuesto que debe pagar todo musulmán según sus bienes), las rentas del habús (bienes procedentes de donaciones a fundaciones religiosas) y los impuestos de los dimmíes (el tributo que deben asumir los no musulmanes para vivir en un territorio regido por la sharia )...

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