10 puntos de controversia en el borrador constitucional
1Por definición y desde las primeras páginas... un Estado plurinacionalCelebrada por unos y vista con distancia por otros, la plurinacionalidad ha sido protagonista en el proceso. Está no una sino varias veces en el texto, partiendo por la definición de Chile como Estado plurinacional.Hay dudas sobre qué tanto conecta la idea con la ciudadanía. ¿Un ejemplo? Una encuesta online de la iniciativa "La mejor Constitución" vio que, entre más de 10 mil personas, un 98% veía a Chile como una sola nación.No es el único concepto vinculado a los pueblos originarios que despierta ciertas dudas. La norma que se aprobó hace pocos días sobre las tierras indígenas -que señala, entre otras cosas, que el Estado establecerá instrumentos jurídicos para la restitución, señalada como "mecanismo preferente de reparación"- también generó revuelo.Para Jaime Arancibia, constitucionalista y académico de la U. de los Andes, la Convención "adoptó un modelo de plurinacionalidad pleno, es decir, uno en que los pueblos indígenas tienen su propio gobierno, tierras, derecho e instituciones, pero además teniendo injerencia favorecida en las instituciones del resto de los chilenos. Cuesta interpretar el deber del Estado de preservar 'la unidad e integridad del Estado' cuando ha sido definido en términos de diferenciación, pues se debilita la esencia de nuestra chilenidad mestiza".En materia judicial, el "pluralismo jurídico" o reconocimiento de que el sistema nacional de justicia y los que posean los pueblos indígenas "coexisten coordinados en un plano de igualdad", abre interrogantes."No queda claro cómo van a coexistir (...). La principal dificultad es la determinación de las materias que corresponderá conocer a cada sistema, los tipos de ilícitos y las penas aplicables, según el sistema que se adopte. ¿Bajo qué parámetros corresponderá elegir someterse a cuál sistema? Además, los sistemas de justicia indígena son diversos y, en muchos casos, operan sobre bases consuetudinarias sin normas claramente determinadas, lo que puede constituir una dificultad, principalmente ante el principio de igualdad ante la ley y ante la justicia", dice Ana María García, profesora de la U. de Chile y presidenta de la Asociación Chilena de Derecho Constitucional.2Una igualdad tensionada"La nueva Constitución será feminista, o no será", han dicho varias veces convencionales y líderes sociales que forman parte del movimiento. Si la nueva Constitución será o no, sabremos en septiembre. Pero el sello feminista, en el borrador sí está: de ser aprobado, el texto dejaría a Chile en una posición de vanguardia mundial en el tema.El borrador introduce el concepto de "democracia paritaria" y explicita que tanto el Congreso de Diputadas y Diputados como la Cámara de las Regiones son órganos paritarios. También señala, entre otras cosas, que "todos los órganos colegiados del Estado, los órganos autónomos constitucionales y los órganos superiores y directivos de la Administración, así como los directorios de las empresas públicas y semipúblicas deberán tener una composición paritaria que asegure que, al menos, el cincuenta por ciento de sus integrantes sean mujeres". En el ámbito judicial, en tanto, se indica que los tribunales "deben resolver con enfoque de género".El modo en que el texto plasma la mirada feminista, así como la especial atención que pone a otros grupos "históricamente excluidos", como los pueblos originarios -con la inclusión de escaños reservados en el Poder Legislativo y "especial protección" para la propiedad de tierras indígenas, por ejemplo- parece generar ciertas tensiones. También hay sondeos que lo evidencian: una encuesta de La Cosa Nostra, en que participa el sociólogo Alberto Mayol, mostró tanto a la...
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