10 argumentos que cuestionan las garantías democráticas de las elecciones en Venezuela
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- Manipulación del cronograma electoral: Con contadas excepciones -entre ellas, la muerte de Hugo Chávez-, en Venezuela existía la tradición democrática de celebrar las elecciones presidenciales un domingo del último mes del año anterior a la toma de posesión del cargo, que según la Constitución, debe ser el 10 de enero. Siguiendo esa regla, en el actual ciclo correspondía que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fijara con un plazo no menor a seis meses de anticipación alguna fecha en diciembre de 2018.
A fines del año pasado, sin embargo, el chavismo apuró el tranco. Alentado por el inesperado éxito en las elecciones regionales, en las que se impuso en 18 de los 23 estados, se propuso adelantar los comicios presidenciales lo antes posible.
En las negociaciones con la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), el gobierno de Nicolás Maduro propuso que las elecciones fueran tan pronto como el 8 de marzo. Y ante el fracaso del diálogo, la chavista Asamblea Nacional Constituyente convocó en enero, por decreto y saltándose las prerrogativas del CNE, que se realizaran el primer cuatrimestre de 2018. El ente electoral se limitó a confirmar la instrucción, estableciendo con solo dos meses de anticipación que los comicios se celebrarían el 22 de abril.
La discrecionalidad en el calendario electoral quedó en relieve en marzo, cuando el CNE postergó la fecha para el 20 de mayo, en un gesto hacia el chavista disidente Henri Falcón, quien decidió romper con el boicot electoral de la MUD.
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- Un árbitro chavista: El Consejo Nacional Electoral está lejos de ser el órgano autónomo e independiente que dicta la Constitución. Según la oposición, se trata del pilar institucional a cargo de darle un barniz democrático al régimen.
El rostro del CNE es Tibisay Lucena, quien ocupa el cargo de rectora principal desde 2006 y fue ratificada por el Tribunal Supremo -en vez del Legislativo- para un tercer mandato que caduca en 2021. Para muchos, es una intocable. El órgano lo completan otras tres rectoras que han militado en las filas del chavismo, pese a que no pueden tener afiliación política, mientras que apenas uno de sus miembros es de línea independiente.
Con esa composición, el CNE ha demostrado una y otra vez que opera con tiempos distintos según le conviene al gobierno: mientras en 2013 organizó las elecciones en tiempo récord tras la muerte de Chávez y este año le bastaron apenas horas para reglamentar el adelanto de la fecha de las presidenciales, en...
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