Prólogo
| Autor | Mario Ramírez Necochea |
| Cargo del Autor | Director del Departamento de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Chile |
| Páginas | 13-14 |
PRÓLOGO
En toda organización política existen personas que mandan y otras que obede-
cen; y como “es una experiencia eterna que todo hombre que tiene poder siente la
inclinación a abusar de él“1, la evolución del pensamiento político no es más que la
historia de los esfuerzos que se han desplegado para evitar el despotismo y garanti-
zar la libertad.
Una de las conquistas importantes, en este sentido, es la consagración del prin-
cipio de la separación de los poderes del constitucionalismo clásico, que impide la
concentración que es propia de los regímenes autocráticos.
Sin embargo, la realidad demuestra que esa doctrina, por sí sola, no basta para
impedir que los gobernantes actúen en forma arbitraria; de ahí que se hayan ideado
otros mecanismos, entre los cuales se encuentra la institución del Ombudsman o
Defensor del Pueblo, para controlar y prevenir los excesos que se producen en el
funcionamiento de los diversos niveles del aparato estatal.
La figura del Defensor tiene antecedentes muy antiguos; pero su concepción
actual sigue las líneas contenidas en la Constitución Sueca de 1809 y en la ley del
Ombudsman dictada en ese mismo año en el país nórdico.
De ahí en adelante fue adoptada por un creciente número de países aún cuan-
do, inexplicablemente, no ha logrado consagrarse en nuestro país.
Esta falencia de que adolece el régimen político chileno ha impulsado a la Dra.
Ana María Moure a escribir este libro, que tenemos el privilegio de presentar en
estas líneas y que debe ser cuidadosamente estudiado por nuestras “clases gober-
nantes”.
La autora realizó una acuciosa investigación de su tema durante su estadía en
Europa, y principalmente en España, Alemania y Suecia, donde obtuvo impor-
tantes distinciones académicas; por este motivo, es capaz de describir muy bien el
sentido y vigencia de los siguientes principios que se han elaborado en la doctrina
y en el derecho comparado sobre el Defensor del Pueblo: Independencia Funcio-
nal, Imparcialidad, Agilidad, Transparencia, Gratuidad, Inmediación, Privilegio de
inamovilidad y Subsidiariedad.
Desde el año 1990, los distintos gobiernos han intentado crear en Chile la ins-
titución del Defensor del Pueblo, pero sus proyectos de reformas constitucionales,
1 Montesquieu, “Del Espíritu de las Leyes I”, SARPE,1984, Madrid, pág. 168
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba